Primero que nada debemos definir qué es lo que se considera un residuo. La bibliografía al respecto es diversa, pero nosotros consideraremos residuo a:
“Cualquier sustancia, objeto o materia del cual su poseedor se desprenda o tenga la intención o la obligación de desprenderse independientemente del valor del mismo”
En una ciudad, se generan diversos tipos de residuos. Todos ellos requieren de un manejo adecuado para asegurar la limpieza de la ciudad, el cuidado del medio ambiente -mediante el aprovechamiento de materiales y la prevención de la contaminación propia de la disposición final de residuos- y la calidad de vida de la población.
Los residuos pueden clasificarse de distintas formas según el criterio que se utilice:
Para realizar un buen manejo de estos residuos, es decir una gestión integral, es necesario un conjunto articulado de planes, normas legales y técnicas, acciones operativas y financieras planificadas por la administración y operadas por el gobierno local -en el caso de los residuos domésticos-, organizaciones y empresas especializadas del sector, para asegurar que todos sus componentes sean tratados de manera:
Es importante destacar el carácter participativo que deben tener los planes de gestión integral de residuos para asegurar la diversidad de miradas y el aval social de las soluciones que se diseñan.
El primer paso para una gestión integral de residuos es conocer los residuos. Para ello es necesario conocer sus características, es decir de qué materiales están compuestos, cómo se comportan ante diferentes alternativas, las cantidades que se generan y donde son generados. Con esta información se podrá diseñar una gestión adecuada que asegure el buen funcionamiento del sistema.
El involucramiento de la población y de los grandes generadores de residuos es muy importante, siendo necesario realizar una buena educación ambiental donde se transmita la importancia de no generar residuos y disminuir la cantidad generada (prevenir la generación de residuos). Luego, es fundamental motivar al reuso de los materiales, para volver a utilizarlos en su función original o para alguna nueva posibilidad siempre y cuando no requiera de un procesamiento previo.
Cuando estas posibilidades se han agotado y el residuo ya es considerado como tal, una sustancia u objeto del cual vamos a desprendernos, comienzan las etapas de recolección, tratamiento y disposición final.
En el caso de los residuos llamados urbanos (residuos de hogares y generados por limpieza de las ciudades), es aquella recolección de todos los residuos, en todas las localidades, y con regularidad. Los residuos recolectados deben ser trasladados a un sitio adecuado. Un buen sistema de gestión de residuos requiere de la limpieza de la ciudad, con un buen sistema de barrido y mantenimiento de las áreas verdes y playas.
Los residuos de industrias, centros de salud y de obra civil requieren de un correcto acondicionamiento previo a su transporte para su adecuado tratamiento y disposición final. En general el propio generador debe ocuparse de gestionarlos adecuadamente buscando las herramientas necesarias para ello.
Cada vez más la clasificación en la fuente es un imperativo y es una necesidad para lograr mejorar las tasas de recuperación de residuos. Los sistemas diferenciados de recolección pueden ser diversos: Puerta a puerta contenerizados (colectivos o individuales), en bolsas a la vereda, colgadas o en canastos, o mediante puntos de entrega voluntaria.
Los tratamientos son mecanismos implementados para acondicionar los residuos luego de que los mismos ya no tienen valor de uso como materia prima para el generador. A través de estos tratamientos puede obtenerse algún beneficio económico y/o ambiental o tan solo buscar disminuir el volumen de los residuos destinados a la disposición final.
Pueden distinguirse principalmente cuatro tipos de tratamientos:
Es el conjunto de actividades mediante las cuales materiales descartados como residuos son separados, recolectados y procesados para ser usados como materia prima en la fabricación de nuevos artículos.
El reciclaje disminuye la cantidad de residuos en la disposición final, preserva los recursos naturales y genera empleo.
El reciclaje es un procedimiento complejo pues involucra procesos que consumen energía, producen a su vez residuos y se enfrentan a las leyes del mercado.
Cuando se instauran campañas especiales de reciclaje en las ciudades, en general, es necesario implementar un sistema particular de recolección llamado: recolección selectiva. Este sistema se basa en la clasificación en origen (separación por grupo de materiales en los hogares) mediante un acondicionamiento específico, o en puntos de entrega voluntaria o eco puntos que consisten en contenedores específicos para las fracciones de residuos que se busca recuperar. La finalidad de esta separación es obtener material limpio y homogéneo. Esta separación debe mantenerse durante la recolección.
Para asegurar el éxito de una recolección selectiva es necesario:
Es el confinamiento de residuos sólidos en capas cubiertas con material inerte (tierra, arcilla). Deben cumplir normas operativas específicas, como impermeabilización de suelo y sistema de drenajes de líquidos y gases.
El relleno sustituye al clásico vertedero a cielo abiertos, práctica de bajo costo pero contaminante de aguas superficiales y subterráneas, productora de gases nocivos y utilizada durante años para deshacerse de los residuos.
A través de la disposición final de residuos en rellenos sanitarios es posible recuperar el gas generado por la descomposición anaerobia de la materia orgánica para la generación de energía eléctrica. Más allá de si se decide generar energía con este gas (metano), es necesario recolectarlo y quemarlo para evitar que sea emitido a la atmósfera afectándola con el conocido efecto invernadero.
Los rellenos de seguridad son diseñados para el confinamiento de residuos provenientes de la industria o residuos especiales que presentan un determinado nivel de peligrosidad. Deben cumplir con mayores exigencias que los rellenos sanitarios, aumentando las especificaciones para la impermeabilización y control de la operativa diaria.
Es el proceso biológico de descomposición aerobia de las materia orgánica contenida en los restos de origen animal o vegetal tal como se realizan en el medio rural desde hace mucho tiempo.
Es posible compostar la fracción orgánica de los residuos de manera controlada en plantas de clasificación y compostaje, y también es posible hacerlo a nivel doméstico. Existe cada vez más soluciones, tecnologías y tutoriales para hacerlo uno mismo en casa.
El resultado de este proceso es un mejorador de suelos que se utiliza en parques, jardines y zonas agrícolas. El compostaje economiza espacio en el sitio de disposición final. Es un proceso seguro sanitaria y ambientalmente, siempre y cuando se realice correctamente.
Es la quema controlada de materiales a alta temperatura mezclados con una cantidad apropiada de aire durante un tiempo predeterminado en una planta de incineración. Este tratamiento puede realizarse para disminuir el volumen a disponer o para valorizar los residuos mediante la recuperación de energía. Es por ello que: la incineración,
Pero debe tenerse especialmente en cuenta que: la incineración,
La incineración de productos peligrosos como los hospitalarios o algunos residuos de origen industrial requiere de especial atención en lo referente a las emisiones de gases a la atmósfera.
Actualmente existe la posibilidad de aprovechar la energía de los materiales en otros sectores industriales, como por ejemplo en hornos de plantas de clinker. Este tipo de medidas son llamadas “Coprocesamiento de residuos”