Alejandro Nario explicó que la comuna canaria no especificó el sitio en que estará y que la Dinama solo recomendó que no sea en el mismo lugar que la reserva de agua de OSE.
Decenas de vecinos de Canelones se movilizaron semanas atrás en el peaje de Pando, reclamando que la Intendencia de Canelones revea el proyecto con el que se crea una planta de disposición final de residuos en el kilómetro 50 de la ruta 8, muy cerca de Soca.
La Intendencia de Canelones busca crear una planta «modelo» que trabajará con el reciclaje de basura pero varios vecinos de la zona comenzaron a recolectar firmas hace varios meses argumentando que la nueva planta estará en una zona inundable y que contaminará el arroyo que desemboca en las playas de Barra del Solís y la Floresta.
Los vecinos reclaman que la intendencia detenga esta licitación por motivos ambientales. Yamandú Orsi dijo por Twitter el mes pasado que los vecinos saben que si por disposición de la Dinama el vertedero no se puede instalar en ese lugar, se intentará reubicar el sitio.
Cerca de allí OSE planea instalar también una reserva de agua del Arroyo Solís Chico, en donde se construirá una obra hidráulica de embalse de aguas de dominio público.
Si bien varios medios reportaron que la Dinama rechazó el lugar donde se planea instalar el vertedero, esta mañana Alejandro Nario, su director, aclaró en Puntos de Vista (Radio Uruguay) que hasta ahora ni siquiera recibieron una notificación del lugar donde se piensa construir.
Nario explicó que la Dinama colaboró con la comuna canaria en la mejora de la gestión de residuos, y siguiendo criterios internacionales «se hizo una zonificación de dónde podría llegar a ubicarse una planta de este tipo».
El año pasado, prosiguió, «hubo un proceso licitatorio de varias empresas y una consulta de parte del intendente (Yamandú Orsi) sobre qué sucedería respecto al proyecto de OSE».
«Lo que nosotros indicamos es que en caso de que hubiera coincidencia en los padrones donde OSE pensaba desarrollar la reserva, no era conveniente la instalación», dijo Nario.
«Pero no hay resolución formal porque la intendencia no comunicó el sitio específico. Sí indicamos que no era conveniente que coincidiera con los padrones de la reserva, pero hasta que no llegue el proyecto concreto, no podemos expedirnos», concluyó.
Por ejemplo, la misión RemoveDEBRIS de la Universidad de Surrey (Reino Unido) en la ISS, que pretende probar una red y un arpón para capturar objetos y arrastrarlos a la atmósfera terrestre para su desintegración.
Sin embargo, no solo se trata de tecnología, sino de prioridades, indica Luisa Innocenti, responsable de la oficina de Espacio Limpio, para quien siempre es más difícil encontrar dinero para «quitar basura» que para enviar satélites.
En este sentido, recuerda que la ESA llegó a tener entre sus planes una misión (E.Deorbit) para capturar el satélite Envisat, que finalmente no consiguió los apoyos necesarios.
La ESA no descarta un proyecto de este tipo pero ahora está en conversaciones con la industria para determinar qué pequeños satélites querrían retirar primero y si se puede alargar la vida de alguno de los que están a punto de terminar sus operaciones.