Análisis y Debate
En esta columna nos proponemos esclarecer por qué el reciclaje en Uruguay ha venido decayendo en los últimos años a pesar de los esfuerzos incrementales para aumentar las tasas de recuperación de materiales. El reciclaje en Uruguay y en particular las tasas de recuperación de materiales responden a una multicausalidad, habiendo varios factores que inciden en el mismo, a saber:
Precios internacionales: La caída de los precios internacionales de las materias primas vírgenes y la consiguiente necesidad de llevar a la baja los precios de los materiales post consumo, hace menos atractiva su recuperación.
Economía interna: El incremento del PBI uruguayo y el consiguiente corrimiento de clasificadores de residuos a otros sectores de la actividad económica, redujo la cantidad de personas dedicadas al esfuerzo de recuperación de materiales. De acuerdo al Plan Director de Residuos Sólidos de Montevideo elaborado por Fichtner y LKSur en 2005, el número de clasificadores en Montevideo alcanzaba los 3000 a principio de la década del 90 y ascendió a 7050 en el 2003. Luego, en 2013, de acuerdo a un estudio realizado por el Instituto de Economía de la FCCEE de la UdelaR ese número se volvió a situar cercano a las 3000 personas.
Formalización: Los crecientes controles y exigencias de formalización del sector de las empresas gestoras yrecicladoras (23 de ellas agremiadas en el seno de CEGRU), empuja los costos de gestión y valorización de residuos al alza, estimulando la opción por la disposición final de materiales o el vertido en basurales.
Regulación deficientemente orientada: De las corrientes de residuos sólidos domésticos, la única que cuenta con regulación que apunta a su recuperación y valorización, son los envases primarios (los que están directamente en contacto con el producto). Estos representan el 7% de los residuos sólidos domésticos (según volúmenes declarados por los envasadores e importadores afiliados al Plan de Gestión de Envases). Según el estudio de LKSur de caracterización realizado en el 2013 para Montevideo, el resto está conformado por orgánicos (41%), papel y cartón (19%), plásticos (16%), cabe aclarar que estas dos últimas categorías incluyen parte de los envases, vidrio (5,7%), pañales y apósitos (3,5%),Inertes pétreos (3,2%), textiles (2,5%), escombros (2,5%), madera y poda (2,3%), metales (2%, varios de estos también son envases). Con lo cual los envases primarios terminan financiando el sistema de recuperación de todos los materiales reciclables. A esto se le agrega que el foco de la implementación del plan de gestión de envases no parece estar puesto en maximizar la recuperación de materiales sino en maximizar la inclusión y formalización de clasificadores informales. El resultado es que ninguno de los objetivos se logra de manera satisfactoria. Pero los aprendizajes que se puede sacar en limpio del Plan de Gestión de Envases quedarán para desarrollar en otro newsletter.
Indicador del deterioro:Tomemos un buque insignia del reciclaje; la botella de PET (Tereftalato de Polietileno). El esfuerzo de recuperación comenzó a fines de la década de los 90 del siglo pasado con el emprendimiento voluntario denominado Transforeco. La recuperación de PET alcanzó un pico el año 2009 cuando en Uruguay operaban 3 plantas de recuperación de material y su valor en el mercado doméstico se mantenía fuerte. Se estima que en ese entonces se llegó a recuperar cerca de 7000 toneladas de PET en el año, es decir el 70% del consumo de botellas. En 2015 solo se recuperaron 3600 Ton. Las proyecciones para el 2017 no exceden las 1200 T en el año, es decir una recuperación del material cercana al 10%.
En el mismo sentido, el reciclaje de papel y cartón ha bajado entre 2014 y 2015 de 35% a 30%, la chatarra ferrosa varió en la misma dirección de 66% a 60%.
Una luz de esperanza
Una buena señal es que el tema está en el tapete. Todas las instituciones que tienen algún nivel de responsabilidad con el tema, lo tienen dentro de sus prioridades . Se está discutiendo la política nacional de residuos en el seno de una nueva ley nacional de residuos, la Intendencia de Canelones está en vías de aprobación de una nueva ordenanza de residuos, el parlamento tiene en carpeta una ley de bolsas, entre otros esfuerzos. Desde la sociedad civil quisiéramos que los ámbitos de discusión y participación de tenor técnico se multiplicaran y abogamos por ello al igual que una multitud de organizaciones.
Creemos firmemente que es necesario discutir y consensuar una política de estado de largo aliento en relación a la gestión de residuos, que tome en cuenta sin lugar a dudas la inclusión productiva de los clasificadores a la vez que las capacidades existentes actualmente en el seno de empresas gestoras y recicladoras. Pero esta política no puede condenar ni opacar los objetivos ambientales de una buena gestión de residuos, en detrimento de una política pública de inclusión social que debe ser discutida en otro ámbito, con la participación de otros estamentos del Estado y con objetivos probablemente mucho más integrales que sin dudas exceden con creces el ámbito de la gestión de residuos.