El ministro de Ambiente, Adrián Peña, a cargo de la apertura, señaló que “Uruguay no escapa de la realidad internacional. Nuestro país tiene un problema importante con la gestión de residuos. En particular, el desarrollo tecnológico, la vida cotidiana en la que hemos multipliquemos el uso de aparatos, la obsolescencia programada hace que hoy tengamos que gestionar este problema”.
Según estimaciones iniciales, en Uruguay se consumen entorno de 50.000 toneladas al año de Aparatos Eléctricos y Electrónicos y se generan más de 37.000 toneladas al año de RAEE, compuestos principalmente por metales ferrosos, no ferrosos y plásticos.
La Ley de Residuos del año 2019 (N° 19829 / Art. 5, Lit. H), núm. 4) establece que los RAEE son residuos especiales, es decir aquellos que por composición o características han sido regulados para tener una gestión independiente del resto, y se les aplica la responsabilidad extendida del fabricante e importador (Art. 41).
La responsabilidad se traduce en montar soluciones a nivel nacional para la recepción segregada, almacenamiento y transporte hasta instalaciones para el desmantelamiento de los RAEE no funcionales para luego valorizar, eliminar o disponer los residuos.
Se promoverán acciones de economía circular como: el reuso de los aparatos con fin social; la reparación de equipos; un mercado de equipos usados. Este concepto apunta a la revalorización, tanto de los productos, como de sus componentes y materiales.