Los clasificadores de residuos piden a la IMM más «puntos verdes» y el préstamo de camiones para vender su materia prima a los industriales, sin intermediarios. Propusieron también reimpulsar plantas de cooperativas y que se distribuya entre todos la basura reciclable de nuevos contenedores.
La Unión de Clasificadores de Residuos Urbanos Sólidos (Ucrus) propuso a la Intendencia de Montevideo la habilitación de más «puntos verdes» en algunos barrios, para que allí se vuelque el contenido de los nuevos contenedores antivandálicos que se adquirieron para instalar en el Municipio G (Ciudad Vieja, Centro, Cordón, Parque Rodó, Sur, Palermo y Tres Cruces).
«Sería una solución hasta que no tengamos la planta para que allí trabajen 500 personas en el reciclado. Se requiere ser prácticos y actuar con rapidez para ayudar a la gente que se quedó sin trabajo al aparecer zonas de exclusión para los carros», dijo a El País el presidente de la Ucrus, Juan Carlos Silva.
El sindicato de trabajadores, reunido en el palacio municipal el pasado jueves con el director de Desarrollo Ambiental, Juan Canessa, planteó además que se les entregue dos o tres camiones de la Intendencia.
«La reunión fue extensa y muy positiva; también estarían de acuerdo con darnos ese préstamo por el tiempo que demore la construcción de la planta de reciclaje. La idea es que podamos comprar a los clasificadores a un precio mayor al que les paga cualquier depósito, salteando la ganancia de éste y transfiriéndola al trabajador. Venderíamos directamente a cada industria y para eso pedimos un capital para la compra de una prensa hidráulica. Depende que cumplan lo que han prometido», sostuvo Silva.
La recolección de la basura de los contenedores nuevos y el transporte hasta los «puntos verdes» tendrá que determinarlo la Intendencia.
El próximo miércoles la Ucrus se reunirá con el equipo de desarrollo social de la Intendencia de Montevideo. «Tenemos que mejorar la materia prima a entrar en las cooperativas de clasificadores olvidadas, y también aumentar la cantidad de gente que las integra. Hoy tenemos plantas muy menguadas, a las que no se surte prácticamente, como la de Saravia y Burgues, en donde la gente no tiene ningún sueldo, gana lo que clasifica. Sería otro paliativo para que más compañeros que no pueden ir a las zonas de exclusión tengan otros lugares para reciclar».
Según Silva, en algunas plantas los residuos de los contenedores antivandálicos han sido rechazados. «Nos enteramos el jueves que no pueden manejar tanta cantidad de materia prima. Entonces la gente tiene razón. Se privilegia a unos poquitos y se castiga a un gran grupo de clasificadores».
Desde la Intendencia se comunició a la Ucrus que no habrá más zonas de exclusión. «No hay plata en este período; se van a colocar los contenedores comprados pero no más. Y le harán a cada uno un recorte en el mecanismo de la puerta porque es muy larga la chapa. Se tranca la basura que no se preclasifica y queda basura afuera. Fue un gasto inútil», concluyó Silva.