América Latina y el Caribe produjeron 541.000 toneladas de basura por día en el 2014 y una proyección indica que aumentará en al menos un 25 % para el 2050.
Legislaciones que establezcan la responsabilidad de cada actor social en la gestión de residuos son vitales para la sostenibilidad ambiental de América Latina y el Caribe, donde se prevé un importante aumento de la generación de basura en los próximos años, dijo a Efe un experto de la ONU.
Un reciente informe de la oficina regional de ONU Medio Ambiente, que tiene su sede en Panamá, alerta de la situación: América Latina y el Caribe producía 541.000 toneladas de desperdicios por día en el 2014 y una proyección «conservadora» indica que aumentará en al menos un 25 % para el 2050, cuando llegará a 671.000.
«Las personas cada vez generamos más residuos, con lo cual seguramente no va a ser un 25 %» si no más, comentó a Efe el coordinador regional para América Latina y el Caribe de Productos Químicos y Residuos de ONU Medio Ambiente, Jordi Pon.
Se ha demostrado que cuando los países logran aumentar su capacidad económica y adquisitiva «se generan más residuos», afirmó.
En ese escenario, el organismo mundial urge a la región a considerar la gestión de residuos como prioridad y a incentivar políticas para reducir la producción de basura, pues «el mejor residuo es el que no se genera», afirmó el experto.
Pero ya producido el desperdicio entran a jugar factores primordiales como asegurar la recolección.
«Ese es un tema que ha ido mejorando en la mayoría de los países y prácticamente se estima que el 90 por ciento de los residuos se recolecta» en América Latina y el Caribe, aseguró Pon, sin dejar de reconocer que hay comunidades rurales donde no llega el servicio o es precario.
El informe de la ONU señala que más de 35.000 toneladas diarias de desechos se quedan sin recoger en la región, especialmente en zonas empobrecidas y comunidades rurales, lo que afecta a más de 40 millones de personas.
«Al mismo tiempo y una vez que se genera el residuo» se debe «tratar de que no se destine a la disposición final, a los vertederos», que son grandes contaminantes y se consideran una de las «peores prácticas» en la materia.
En su informe, ONU Medio Ambiente indica que cada día 145.000 toneladas de residuos son dispuestos inadecuadamente, una cantidad que equivale a los desechos generados por 27 % de la población de la región o 170 millones de personas.
La meta debe ser que se recupere y se recicle la mayor parte posible de los desechos, dijo Pon, pero América Latina y el Caribe solo aprovecha un 10 % de todos los residuos, dice el informe regional.
La tasa actual de reciclaje «aparentemente es muy baja», agregó el experto, pero recalcó que «es difícil conocer cuál es la situación real, porque hay un componente de informalidad» en este sector.
«Hay mucho reciclaje informal, de personas que se dedican a esto pero no está regulado, profesionalizado. Lo que es importante es reconocerlas e incluirlas en las políticas» públicas, afirmó.
En ese sentido, Pon destacó que el «marco legal es muy importante para que se establezcan bien, con claridad, las responsabilidades de cada uno: la empresa, el gobierno, los usuarios», en la gestión de los residuos.
Ya en la región se están viendo iniciativas para incluir en los marcos normativos el concepto de «responsabilidad extendida del productor, es decir, que los productores, las empresas, en tanto que responsables de introducir en el mercado un producto, son responsables de diseñar el plan para recuperarlo».