El feriado del viernes hizo que, al cabo del fin de semana, cientos de contenedores colapsaran, tanto los de la empresa CAP como los de la IMM. Los nuevos depósitos de basura serán modificados porque se comprobó que tienen la boca chica.
Un solo feriado «pegado» al fin de semana hizo que el domingo cientos de contenedores de la ciudad se vieran rebasados en su capacidad. A esto se sumó la situación de los nuevos depósitos de basura de la zona tercerizada a la empresa CAP (Ciudad Vieja y Centro, entre otros barrios), a los que desde hace días se los observa con basura acumulada a su alrededor. La empresa colocó unos 600 de los 1.500 contenedores que debe instalar en la ciudad. Y recibió la orden de modificar sus aperturas, pues se constató que son muy chicas para el volumen de basura que los vecinos arrojan.
«Se les está ampliando la boca de entrada al modelo de contenedor para residuos húmedos, lo cual ya se puede ver por Ejido. El de residuos secos tiene que ser así, por razones de seguridad, para que no se saque para afuera lo que se deposita», explicó a El País el director de Desarrollo Ambiental de la Intendencia, Juan Canessa.
«Después hay otra parte que se está haciendo con Inspección General, que es el control de que el residuo se disponga donde se debe disponer. En breve va a estar saliendo una publicidad hablando específicamente del tamaño de las bolsas que se deben utilizar y va a llegar un volante a todos los vecinos de la zona de CAP», añadió el jerarca.
La Intendencia apunta al cambio de hábito de vecino. En primer lugar, a que haga una clasificación domiciliaria (separación de residuos húmedos y secos). Y en segundo, a que reduzca el tamaño de las bolsas que deposita en el contenedor.
Los nuevos contenedores de CAP son de origen italiano y pueden hallarse en países como España, Turquía y Argentina; o en ciudades como Buenos Aires y La Rioja.
Si bien se trata de material importado, puede ser adaptado en su lugar de implementación.
«Vienen bastante armados, pero se terminan de armar acá. Las ampliaciones de las bocas las va a hacer la CAP», informó Canessa.
El jerarca también dijo que al feriado del viernes se sumó que «en la zona céntrica hubo gente que sacó todo lo que estaba en las papeleras y lo tiró para afuera», aprovechando la ausencia del personal inspectivo de la Intendencia.
«Revisión».
Para la IMM, la evaluación del nuevo sistema es «positiva», aunque según Canessa, «está en una etapa permanente de revisión».
«La adhesión al sistema de clasificación también es importante, en general se encuentra dentro del contenedor lo que se quiere encontrar (los materiales separados correctamente). Y hay algunas personas en general vinculadas con comercios o edificios grandes -como el caso de los porteros- que tienen que aprender. En los contenedores nuevos las bolsas se colocan de a una y no se pueden poner las que son de un tamaño más grande que la boca», indicó el director de Desarrollo Ambiental de la comuna.
Canessa aseguró que el hecho de que los nuevos contenedores sean más chicos no afecta el funcionamiento del sistema.
«La frecuencia de recolección para estos contenedores es mayor y la cantidad de contenedores también. Lo que sí, hay más volumen disponible que el que había con los contenedores grises, que también tenían basura afuera. Pero ahora hay cosas que ya no se van en manos de un `bolsero` o de un clasificador», indicó.
Según Canessa, «algo que disminuyó en el Centro» es la cantidad de residuos diseminados por las calles. «Una cosa es alrededor del contenedor y otra los residuos que están por todos lados», anotó.
Los nuevos contenedores de CAP se extenderán por el Cordón, Barrio Sur, Palermo, Parque Rodó y Tres Cruces.
En la promoción de este nuevo sistema, la IMM advierte que «es importante fragmentar la basura en bolsas más chicas, dado que los nuevos contenedores presentan un buzón de depósito más pequeño para evitar vandalismo».
HAY 600 DE LOS NUEVOS INSTALADOS
En el territorio del Municipio B ya se instalaron unos 600 contenedores de 1.500 anunciados. Pertenecen a la empresa privada CAP. Del total, 1.000 serán para «residuos húmedos» y 500 para «secos».
Los de residuos «secos» son de color anaranjado y tienen la boca calada. En ellos se puede depositar materiales con potencial de reciclado, como envases y tapas de plástico, diarios, revistas, papel y cartón limpio. También bolsas plásticas y latas.
Los contenedores para residuos húmedos son de color verde y tiene una boca tipo buzón. Se puede depositar en ellos restos de alimentos, botellas y vasos de vidrios rotos, así como lamparitas, papel y cartón sucio, pañales, calzado y discos compactos.
El vidrio se deposita en los contenedores verdes para evitar la contaminación de los residuos reciclables.