Denuncian la presencia de niños hurgando en el vertedero municipal de Fray Bentos. La voz de alerta fue lanzada por la directora del Ministerio de Desarrollo (Mides) en Río Negro, Marilyn Mazzantti.
Esta semana la jerarca del Mides notó la presencia de menores de edad que se encontraban hurgando junto a sus padres en el predio municipal, donde se desecha la basura de la capital departamental.
«Hice una recorrida y realmente vi menores. El sereno de turno me contó que han roto el tejido y como hay una deformación del terreno es difícil divisarlos si no llegás exactamente hasta el lugar», explicó la directora local del Mides.
La problemática fue planteada ante la sede del Instituto del Niño y el Adolescente del Uruguay (INAU) de forma que el organismo intervenga rápidamente. La Jefa departamental de INAU, Vivián Tihista, sostuvo que el hecho constituye una «enorme preocupación por todo lo que significa el riesgo sanitario y de la integridad de los niños que están hurgando en la basura y hasta comiendo de ella».
Tihista dijo que las instituciones «tienen responsabilidades y de hecho se están cumpliendo, pero la familia es la primera responsable de todo. Por lo tanto, hay que hacer un llamado a esos referentes adultos que permiten esto».
La jefa del INAU criticó a los padres que ponen en riesgo a sus hijos, «además de enseñarles que las normas están hechas para no cumplirlas».
«Los padres tienen que entender que el rol de proveedor en la casa corresponde a los adultos. A los niños tenemos que formarlos, mandarlos a la escuela y preocuparnos por su salud. Tenemos que evitar exponerlos en situaciones de riesgo porque después todos lloramos, pero no prevenimos», agregó la funcionaria.
El director de Medio Ambiente de la Intendencia de Río Negro, Danilo Antón, aclaró que el ingreso de menores de edad al vertedero está rigurosamente controlado. Sin embargo, reconoció que no existen serenos durante los días domingo. «Habitualmente al vertedero concurren algunos clasificadores mayores de edad. Por el tamaño del predio es probable que en algún momento se filtre algún niño sin que el sereno pueda percatarse», explicó.
Antón dijo que una de las cosas que no ha podido resolver en forma definitiva es el alambrado perimetral, «que se arregla, pero se rompe sistemáticamente».
TRAGEDIA. Hace casi cuatro años, el 12 de junio de 2008, un chico de 14 años murió en el vertedero municipal.
Ocurrió justamente el Día Mundial de Lucha contra el Trabajo Infantil. Darío Vázquez Fernández era prácticamente un niño y se ganaba la vida como hurgador. Murió al caerse de un camión del que estaba colgado, como solían hacerlo hasta ese momento los clasificadores de basura que trabajaban en el vertedero. De esa forma viajaban sin caminar hasta el lugar exacto donde eran depositados los desechos. Darío resbaló y la rueda trasera le pasó por arriba.
Antes, incluso, otro niño murió ahogado en una laguna repleta de basura. Los padres estaban hurgando mientras sus hijos jugaban en el lugar.
De pronto el pequeño de cinco de años desapareció y fue encontrado sin vida horas después de una intensa búsqueda.