En la pandemia, hasta la basura escasea. Los cooperativistas del reciclado vieron que recolectaban cada vez menos y decidieron salir a pedir casa por casa los deshechos. La sorprendente respuesta de la gente.
Desde una cafetera, un lavarropas, un secador de pelo o un televisor hasta un smartphone o la maquinaria pesada de una fábrica: todo, eventualmente, está destinado a volverse basura electrónica.
La mejor manera de contribuir a la limpieza de nuestras ciudades es reduciendo la generación de aquellos residuos que se pueden evitar y ayudando a gestionar de la mejor manera aquellos residuos inevitables, es por eso que te invitamos a que contribuyas a difundir y a realizar estas prácticas que proponemos.
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