Botellas rotas, envases de plástico y vasos acumulados en el avenida principal fue el panorama con el que se despertó La Pedrera este martes. El desfile de Carnaval, con sus defensores y detractores, pasó sin inconvenientes de entidad, aunque con la molestia de los vecinos por la “invasión” de turistas.
Además, varias personas arrancaron el día durmiendo en la calle, en la playa y hasta en las entradas de las casas, lo generó más molestia en los locales, que ya habían protestado durante toda la jornada del lunes, argumentando que la fiesta, iniciada hace 10 años, se fue de control.
Al respecto, el jefe de Policía de Rocha, Óscar Miraballes, dijo a El Observador que hubo problemas menores, alguna riña y exceso en el consumo de alcohol tras el festejo.
Tras retirarse los últimos jóvenes que llegaron al balneario para ser parte de la noche más concurrida del año, Miraballes expresó: “Estamos en La Pedrera y la evaluación general es que no hubo mayores altercados ni problemáticas. Fue una noche de festejo de carnaval como se esperaba”. Según el jerarca hay que resaltar que “en cuatro cuadras había más de 20 mil personas” y que no hubo que lamentar hechos de gravedad, salvo el que “indirectamente” se produjo el lunes a la mañana, cuando una camioneta atropelló en la ruta 10 a dos jóvenes y terminó con la vida de uno de ellos, de 17 años.
No obstante, “lo que tuvimos fueron problemas menores, alguna riña y dos demorados producto del consumo y exceso de alcohol más que nada”, dijo el jerarca rochense. Asimismo, agregó que existieron tres denuncias de hurtos en propiedades que estaban sin moradores. “No hubo otro incidente para resaltar”, señaló.
Con respecto a las versiones de descontrol que manejaron algunos vecinos del balneario, Miraballes dijo que “sí se comentaron (este lunes), pero en La Pedrera, en todo momento hubo control”. Explicó que se desplegó un operativo policial en el que se permitió que se festejara en las cuadras predeterminadas para hacerlo y que la vigilancia fue llevada a cabo por personal policial, del municipio, inspectores de tránsito y Policía Caminera.
Este año se llevó a cabo un operativo de seguridad similar al año anterior, “reforzado con más efectivos con algunas innovaciones que hicimos en el despliegue policial para asegurar la concurrencia normal y el desarrollo normal de los festejos”, dijo Miraballes.