A 19 días del lanzamiento del plan piloto de clasificación domiciliaria de residuos secos en 340 edificios de Pocitos, la iniciativa se encontró con un obstáculo complejo: un informe de la Dirección Nacional de Bomberos advierte del riesgo de instalar los contenedores en cualquier lugar.
Está previsto que los recipientes sean ubicados en donde haya espacio: en el garaje o en el fondo, en un pasillo, o incluso, en un salón comunal, sin un detalle específico de las condiciones de seguridad mínimas para su almacenamiento. Los residuos secos, tales como cartón, plástico y textiles, son inflamables. Las construcciones modernas disponen de poco espacio libre, por lo que los receptáculos pueden terminar al lado de instalaciones eléctricas, o al aire libre, a merced de que les caiga una colilla de cigarro.
En una nota remitida por Ricardo Riaño, jefe del Departamento I, a solicitud del concejal vecinal Juan Andrés Vernengo –y a la que tuvo acceso El Observador– se recomienda que los contenedores sean ubicados en un lugar compartimentado, cuya estructura, al igual que sus aberturas, ofrezcan un período de resistencia al fuego mínimo de 60 minutos.
La resistencia al fuego la determina el tiempo transcurrido en el ascenso de la temperatura, o bien el deterioro del elemento. Esas estructuras, según Bomberos, también deben contar con ventilación.
El concejal vecinal pide la suspensión del plan para que se tomen las medidas de seguridad contra incendios recomendadas por la Dirección Nacional de Bomberos que la Intendencia Municipal de Montevideo (IMM) ha pasado por alto.
Actualmente, ya están en funcionamiento los centros de recepción de residuos secos en la entrada de cuatro supermercados y dos estaciones de servicio de Pocitos, a la intemperie, sin ninguno de los resguardos anteriormente citados.
“Le pedimos personalmente a la intendenta Ana Olivera que suspenda el plan Mi barrio clasifica hasta que se contemplen las recomendaciones que hace Bomberos y que no fueron previstas para que los edificios almacenen basura inflamable sin correr riesgos innecesarios”, informó Vernengo. Y agregó: “Sería preocupante que, conociendo el problema y el potencial riesgo que existe, la IMM mire para otro lado y decida no hacer nada e ignorar esta solicitud”. De la comuna le contestaron que estudiarán el tema.
Las puntualizaciones de Bomberos indican que se deberá disponer de cartelería preventiva que prohíba arrojar elementos incandescentes, como brasas, carbón y cigarros encendidos, en el interior, puesto que “pueden representar una posible fuente de ignición” del material depositado.
Los edificios deben contar con la habilitación correspondiente, cumpliendo con el decreto 333/000 que regula lo referente a este tipo de construcciones. Dadas las diferencias constructivas entre los inmuebles, Bomberos exhorta a que los administradores de cada edificio planteen su caso ante el Departamento I, a los efectos de gestionar la certificación. Una infracción a la habilitación contra incendios significa la pérdida de la póliza en caso de un siniestro. “Si mañana uno de estos contenedores se incendia dentro de un garaje que no tenía la habilitación de Bomberos y el seguro no paga, ¿quién se hará responsable?”, increpó el concejal.