Ayer fueron incorporados 28 clasificadores al sistema formal al inaugurarse la primera de cuatro plantas de reciclaje. Estas instalaciones emplearán a 132 personas y procesarán 400 toneladas de residuos secos por mes, lo que contribuirá a quitarlos de las inmediaciones de los contenedores. El objetivo de la intendenta Ana Olivera es sacar los carros con caballo de la calle para julio de 2015.
La primera planta está ubicada sobre camino La Paloma, detrás del estadio Luis Tróccoli, en el Cerro. Allí trabajarán 12 mujeres y 16 hombres que se desempeñaban de forma informal en cooperativas de clasificadores en el oeste de la ciudad.
La cantidad de trabajadores no satisfizo la expectativa de la Unión de Clasificadores de Residuos Urbanos Sólidos (Ucrus). “No se contempla a los 9.000 clasificadores con chapa”, dijo el dirigente Juan Carlos Silva en referencia a los que están inscriptos en la Intendencia de Montevideo.
No obstante, un relevamiento oficial determinó que 3.188 personas recolectan y clasifican residuos como forma de vida. El director del Departamento de Desarrollo Ambiental, Juan Canessa, afirmó a El Observador que más de 200 clasificadores ya han abandonado la actividad para sumarse a distintos programas de inserción laboral. Recientemente se abrió un nuevo cupo destinado a 20 hombres para atención al público en fábricas de pasta.
Los clasificadores ahora formales percibirán entre $ 18 mil y $ 20 mil en la mano. El salario se compondrá de un salario mínimo nacional más un porcentaje de lo procesado por la planta. “Es un símbolo de que es posible avanzar en el camino de la clasificación con derechos como trabajador”, dijo Canessa.
Separación en el hogar
La materia prima que recibirá la planta provendrá de la precalificación domiciliaria, depositada en 500 contenedores de plástico de tapa naranja ubicados en los supermercados. Allí se deben arrojar los envases no retornables de vidrio, plástico, cartón y nailon; además de plásticos, bolsas y latas. De esta forma, “el vecino sabrá que eso no termina en (la usina) Felipe Cardozo”, apuntó Canessa, donde hoy se mezcla con el resto de la basura.
A la planta del Cerro llegarán los residuos originados en los municipios A y B; mientras que la futura planta de Chacarita de los Padres, cuya inauguración está prevista para abril, será el destino de los envases de los municipios E y F.
Entre julio y agosto culminará la construcción de las dos últimas plantas: una en Burgues y Aparicio Saravia (que recibirá lo acumulado en el municipio CH) y otra en Camino Durán, en los municipios D y G, respectivamente. Para esa fecha ya se habrán repartido los 500 contenedores. A estos se sumarán los nuevos contenedores para residuos secos que se instalarán entre mayo y junio en el municipio B.
Cada planta tendrá una capacidad operativa de 25 toneladas semanales con potencial de ampliación. Además, Canessa expresó que, si se cumplen las metas, se construirán otras cuatro plantas durante 2015.
Según la IMM, antes de fin de año estará operativa una quinta planta de clasificación dentro del barrio 6 de Diciembre (Carlos María de Pena y camino Lecocq) con la misma metodología de trabajo pero por fuera del régimen de la Ley de Envases Nº 17.849.