Muchos son los temas que tiene en agenda el Departamento de Promoción y Desarrollo de la Intendencia de Flores, siendo uno de ellos la ejecución de muy interesantes proyectos de gestión de residuos, en el marco de una política medioambientalista que ha comenzado a trascender a nivel nacional. Sobre estos temas ECOS REGIONALES dialogó con el Lic. Diego Irazábal Tidemann, Director de Promoción y Desarrollo, detallando los emprendimientos y sus resultados económicos, más allá de lo que han significado en materia de inclusión social de un sector de la sociedad, que ha logrado dignificar el trabajo de clasificación de residuos que antes era realizado en la más absoluta informalidad.
-¿Qué análisis general se puede hacer desde el Departamento de Promoción y Desarrollo sobre los temas de clasificación y reciclado, ligados a los de medio ambiente?
-En honor a la verdad tenemos que decir que muchos de estos proyectos han ido integrándose no en una lógica tan premeditada, sino que en un momento empezamos a concretar proyectos y obtener financiamiento para emprendimientos que tenían que ver con la gestión de los residuos y el reciclaje. Y en la medida en que lográbamos la aprobación de un nuevo proyecto, era como agarrar viento en la camiseta y nos íbamos entusiasmando cada vez más hasta que generamos un volumen de ellos que nos destacan a nivel nacional y hace que, por ejemplo el Ministerio de Industria -con quien estuvimos reunidos la semana pasada-, nos manifieste que tiene especial interés en apoyar el proceso de industrialización. No solo la gestión de los residuos, los circuitos limpios urbanos y rurales, sino el agregado de valor y de alguna manera la implementación de una industria incipiente en el departamento, como es la del plástico.
Esto ha hecho que dentro de Promoción y Desarrollo el tema de la gestión de los residuos termine siendo uno de los pilares fundamentales en cuanto al monto de recursos económicos financieros que mueve, en cuanto a la gente directamente beneficiada que es mucha, desde los propios clasificadores de residuos, pasando por los técnicos que trabajan supervisando, coordinando, el ciudadano común y corriente que es otro beneficiario importante de estos proyectos. Es pilar por los recursos económicos por un lado, por los recursos humanos por otro, y por el impacto social que tiene de fondo.
-¿Te refieres al tema de la inclusión social?
-Llevo siete años de trabajo en la Intendencia Departamental y la verdad que si uno mira, ve que lamentablemente hay gente que no logra salir de la misma, que no logra despegar y que siempre está buscando algún apoyo, ya sea de alguna agencia estatal –ya sea del Ministerio de Desarrollo Social o de la Intendencia- pero en definitiva les cuesta tomar vuelo. O sea, la famosa inclusión social real es difícil de llevar a la práctica. Sin embargo con este proyecto de gestión de residuos vemos que efectivamente hay un proceso de inclusión social genuino, auténtico. Por eso, los que antes eran hurgadores y trabajan en la más absoluta informalidad, hoy son clasificadores habilitados, con derechos sociales, con ingresos, con ganancias por ventas, son promotores ambientales, son vistos y reconocidos de otra manera por la sociedad.
Yo creo que ese es uno de los impactos más grandes que tiene el proyecto. Pero además la creación de riqueza, porque nosotros entendemos que los proyectos tienen que tener, por un lado impacto social y por otro lado generación de desarrollo económico. Y estos proyectos del reciclaje es lo que algunos llaman los negocios sociales, es decir, son negocios donde efectivamente sabemos que en un horizonte hay que generar ganancias, pero ese horizonte está un poco más lejos que en el negocio clásico porque hay un objetivo que es crear valor social. Pero sin descuidar la parte financiera, sin descuidar que las cosas tienen que ser rentables, y eso es lo que estamos logrando.
-¿Concretamente cuáles son esos resultados?
-En materia de pelet, tanto el que se genera por los silo-bolsas como por los envases agroquímicos, estamos vendiendo -de lo que estamos procesando- enormes cantidades a Montevideo. Realmente nos desborda lo que se recolecta en el departamento, por eso Fabex también está trabajando y jugando su rol.
En cuanto al cartón y papel, estamos vendiendo un promedio de 10 mil quilos por mes a Pamer, en Mercedes, a $ 3.50 el quilo. Y en materia de pet, que son las botellas de plástico, estamos vendiendo un promedio de 7 y 8 mil quilos por mes.
Actualmente el cartón y el pet se están recolectando en la ciudad, y de acuerdo a lo registros que tenemos se está juntando solamente un 20 o 30% de lo que en realidad es el volumen general del departamento. O sea que la riqueza es mucho más todavía.
-¿Cómo se encara el futuro a la luz de esas nuevas perspectivas de desarrollo?
-Se está por construir el Centro de Clasificación y Acopio en el Vertedero. Ahí es donde, en conjunto con el Departamento de Higiene –porque acá interesa destacar el trabajo mancomunado con el Departamento de Servicios Generales, de Higiene con su Director Dr. Guillermo Ros que es parte de este impulso que le queremos dar a esa “marca” que es ECO FLORES- se va a implementar el relleno sanitario.
Esta pata nos estaba quedando renga, en la medida en que todavía no tenemos relleno sanitario. Pero eso está presupuestado.
También se va a construir el galpón de Clasificación de Residuos y Acopio, para que lo que se entierre sea lo menos posible. Y eso que se entierre se haga bajo las normas de un relleno sanitario. Entonces ahí cerraríamos todo el circuito.
Pero esto no termina acá; recordarán que al comienzo de la gestión lanzamos el ciclo de encuentros que se llamaban Conversaciones para la Acción, realizando la mesa temática de Turismo y en marzo realizaremos la mesa temática de Medio Ambiente, con participación de técnicos departamentales y nacionales, y vamos a convocar a la Junta Departamental porque entendemos que la normativa y la reglamentación legislativa en Flores tiene que ir acompasando todos estos cambios.
Ahí estará el equipo de la Intendencia y algunos consultores que nos están asesorando, entre ellos una consultoría que va a financiar el Ministerio de Industria a cargo de tres Ingenieros Químicos de primerísimo nivel, que van a hacer un estudio de viabilidad económico-financiero de estos emprendimientos.
-¿Qué es lo que se pretende con esas Conversaciones para la Acción?
-Pretendemos consensuar políticas a largo plazo y crear la Oficina de Gestión Ambiental, que va a tener un estrecho lazo con la de Ordenamiento Territorial y que es una de las cosas que va a funcionar en la ex Estación Texaco.
-¿En qué consiste el proyecto de la ex Estación Texaco ubicada en calles Batlle y Ordóñez y Gral. Flores?
-Esta temática de Medio Ambiente que es tan importante, necesita tener un enclave urbano visible para la opinión pública, para la ciudadanía.
La idea que tenemos es, por un lado, que la ex Texaco sea el centro de referencia en la ciudad de Trinidad de todo lo que tiene que ver con ECO FLORES. Esa política departamental que engloba al Departamento de Higiene y a Promoción y Desarrollo, en lo que respecta a la gestión de los residuos, a la parte organizativa y a la programática. Por eso ahí va a funcionar la Oficina de Gestión Ambiental.
Pero además de eso pretendemos que sea un lugar que cumpla un rol educativo para la sociedad. Es decir, que los ciudadanos puedan ir a ese lugar y dejar algún material reciclable; vamos a instalar un 0800 y estamos desarrollando un software que esté vinculado a la recolección de residuos y de material reciclable. En realidad más que residuos muchas veces es materia prima, porque el cartón, el papel y las botellas pasan a ser materia prima. Tenemos que desarrollar ese software para la administración de todo eso.
Contamos con un sistema muy novedoso que vamos a proponer a la ciudadanía, para que sea partícipe y en la medida que genere materia prima para estos proyectos, pueda recibir algún beneficio. Ese es un tema que está para instrumentar debidamente.
Las escuelas podrán ir ahí para presenciar el proceso de todos los proyectos que se están ejecutando, a través de videos y de otro material informativo.
En la parte de los circuitos limpios urbanos están los recicladores que recorren los comercios y las casas de todos los barrios recolectando el cartón y pet, entre otros materiales.
Solamente el cartón y las botellas limpias es lo que se va a acopiar en el galpón grande y se va a prensar con dos prensas que hay, una que compró la Intendencia y otra que adquirió el MIDES. Ese producto es el que se venderá para Mercedes y para Montevideo.
Los clasificadores van a tener en la ex Texaco su lugar de trabajo, un espacio donde podrán higienizarse pues andan por la ciudad sin tener acceso a un baño, donde puedan almorzar y merendar (muchas veces lo hacían en el cordón de la vereda), donde puedan guardar los carritos y bicicletas, y acopiar el material recogido. Todo ese producto va a estar en tránsito, nada va a quedar ahí; o se vende o va para el vertedero.
Esas son las funciones principales que va a cumplir ese lugar, pero me parece que lo importante es decir que un espacio urbano y patrimonial es capaz de conjugarse con una cuestión social y medioambiental. Ese patrimonio está al servicio de un sector de la población que tiene derecho a usufructuarlo, que son los propios clasificadores; y para una temática donde nos va la vida.
Hoy cada vez más la sociedad tiene que invertir en proyectos de gestión ambiental, buscando además que sean redituables. Este es otro punto importante.
-¿Eso significa que ese proyecto no tendrá costos para la Intendencia?
-Cuando nos pusimos la meta de conseguir la ex Texaco, que además como vecino de la zona me daba pena que eso estuviera abandonado y que fuera terreno de nadie, eran muchas las alternativas que manejábamos para ver qué hacíamos ahí. Pero lo que siempre me preocupó es que lo que hiciéramos no fuera un costo más para la Intendencia. Porque creo que tenemos que crear cosas que generen ganancias para la Intendencia.
Proyectos podemos inventar una cantidad, pero si todos esos proyectos terminan en definitiva engrosando el costo de funcionamiento de la Intendencia, a la larga eso no es sustentable. Este proyecto agrega valor y genera riqueza como decía recién; por ejemplo con la venta de cartón y de pet. Entonces nos parece importante que lo que allí funcione sea redituable y se auto-sustente en cuanto a los costos operativos que la ex Texaco va a tener.
-¿Cuántos trabajadores están vinculados a los proyectos medioambientales?
-Tenemos 23 trabajadores afectados a los circuitos limpios, urbanos y rurales, porque hay que ver que hay gente que cumple tareas en Andresito, La Casilla, Ismael Cortinas, Juan José Castro, Cerro Colorado y en zonas de nuestra campaña. Hay además 7 trabajadores de planta, que son los que están desarrollando tareas en la Planta de Reciclaje del vertedero.
Estamos hablando de unas 30 personas, clasificadores. Tenemos además un equipo de acompañamiento; una coordinadora que paga el proyecto Ley de Envases, dos supervisoras y un equipo de asistentes sociales, todos ellos del departamento.
-¿Cuáles son las instituciones participantes de estos emprendimientos?
-Como decía, este no es un proyecto único sino que son varios que se han ido amalgamando.
Tenemos los proyectos de la Cooperación Internacional a través del programa Uruguay Integra; fueron muy interesantes los programas Flores Rural y Flores Ambiental, aunque tendría que desagregarlos porque también se trabajó en el tema educación, salud, desarrollo rural y desarrollo ambiental. En definitiva son proyectos que sumaron un millón de Euros.
A través de la Ley de Envases la Cámara de Industria financia los circuitos limpios urbanos. En ese sentido el Ing. Horacio Irazábal se reunió la semana pasada con una de las técnicas de la DINAMA por el presupuesto de los próximos dos años de la Cámara de Industria, que va a estar en el entorno de los cinco millones de pesos.
El MIDES va a financiar a partir de este año la ONG El Abrojo que fue contratada por el proyecto, porque los clasificadores no son funcionarios de la Intendencia. Trabajan en el marco de esa ONG que les da toda la asistencia.
Por otro lado está la Intendencia que financia todo lo que funciona en el vertedero; ha hecho también inversiones importantes. Y está el Ministerio de Industria que se suma ahora, y estimamos que desde el mes que viene va a estar financiando algunas actividades en el marco de estos proyectos.
-¿Cómo está respondiendo la sociedad a este trabajo que también es de concientización?
-Creo que muy bien en la medida que dentro de Promoción y Desarrollo tenemos muchos proyectos en implementación, y tal vez pocos han generado esa especie de entusiasmo colectivo como sí generaron estos emprendimientos de gestión de residuos.
La gente quiere que se hagan cosas, que se vean los resultados; le gusta que haya una cuestión de inclusión social, aunque a veces me genera un poco de curiosidad el hecho que gusta pero no quiere verlo muy cerca.
-¿Cómo se explica eso?
-Una de las principales críticas que recibió al principio el proyecto de la ex Texaco fue que estaba quedando tan lindo, y cómo iban a estar allí trabajando los clasificadores. Entonces, ¿queremos o no queremos a los clasificadores trabajando? ¿por qué los estigmatizamos? ¿por qué creemos que tienen que hacer un trabajo fuera de la ciudad y lejos de nuestros ojos?
Creo que todavía nos falta un poco más de conciencia de que esta temática está instalada en nuestra ciudad, y que tenemos que valorar el trabajo que esta gente hace. Pero en términos generales la respuesta de la gente ha sido positiva, muy proactiva en la medida en que los vecinos se han enganchado en el tema de llamar a la oficina para decir que tienen material para dar. Hay gente que se ha arrimado a la ex Texaco antes de empezar las obras a dejar algún material, cajas con diarios, con revistas, con botellas, con pilas.
Esas son muestras que la gente se está involucrando, y como decía hoy, tenemos ideas y proyectos junto con el Departamento de Higiene para acentuar ese involucramiento de la ciudadanía, pero a esto lo vamos a anunciar a partir de marzo cuando tengamos bien claro cuáles son esas alternativas de participación.
-¿Cómo ha sido la reconversión de los hurgadores en clasificadores y gestores de emprendimientos vinculados al tratamiento de residuos?
-Ahí hubo un trabajo de hace muchos años con asistentes sociales. En su momento estuvo trabajando Ana Chulepín, lo está haciendo ahora Viviana Herrera y además hay un equipo de técnicos contratados por la ONG El Abrojo. Hay también un equipo de acompañamiento permanente de la Oficina de Promoción y Desarrollo; todos de alguna manera están involucrados en este tema ayudando a que el grupo pueda mejorar sus capacidades en todo sentido.
La parte social creemos que ya está bastante cubierta, han evolucionado, se ha hecho un trabajo con sus familias abordando incluso el tema de la vivienda. El proyecto que está funcionando en el área de Acción Social de la Intendencia tiene contemplada una política de vivienda para los clasificadores. Se está trabajando el tema de la salud bucal y la Dirección de Salud nos ha dado una mano para abordar ese aspecto, en el marco del programa Uruguay Integra.
Ellos mismos han ido a las escuelas a dar charlas; o sea, la cuestión de ser agentes comunitarios en medio ambiente lo están incorporando. Han aprendido a trabajar en equipo, han aprendido que esto implica tener un horario de trabajo que antes no lo tenían, que hay normas que cumplir, que hay reglas, que trabajar en equipo significa consensuar, conciliar intereses muy distinto al trabajo que se hacía antes en el vertedero, totalmente independiente e informal.
Lo que nos está faltando es lo que vamos a hacer con el Ministerio de Industria, que es fortalecer al grupo en cuanto a la administración de los emprendimientos que generan riquezas. Por ejemplo, ayudarlos a que ellos mismos puedan ser los que venden el material en Montevideo. Para eso un clasificador de Flores necesita estar bastante preparado a la hora de negociar precios y demás cosas con empresarios del rubro del plástico y del reciclaje de Montevideo.
Parte de la negociación todavía la estamos haciendo nosotros en la Intendencia, pero queremos que sean ellos los que comercialicen directamente con sus clientes. Por cierto ya han conformado una comisión de ventas.
El CEPE a través de Julio Cabrera nos ha dado alguna charla y lo vamos a seguir haciendo en temas de gestión empresarial y cooperativismos. Queremos enganchar eso con Promoción y Desarrollo en el tema que trata la Cultura Emprendedora del programa Flores Emprende, porque ellos tienen que ser emprendedores, sabiendo que en algún momento los subsidios se van a terminar y que la Intendencia lentamente se va a ir retirando de la gestión directa del negocio. Cuando eso suceda van a tener que estar absolutamente preparados, pero ese es un proceso a cuya finalización no hemos llegado.
-¿Cuándo va a ser ese momento?
-Esta consultoría del Ministerio de Industria que comienza el mes que viene, que es de estudio de viabilidad económico-financiera, tiene un plazo de tres meses para dejarnos armado un plan de gestión de negocios, de acción en el área empresarial que incluye vincularse con una empresa privada como Fabex. A la interna del proyecto ver lo que es reciclaje y la fabricación de productos plásticos, porque aquí tenemos dos plantas funcionando, una proveedora de otra. Por otro lado lo que son los vínculos con los productores, con los proveedores de insumos, lo que es el vínculo con las Intendencias. Nos están llamando de otros puntos del país para darnos material y estuvimos reunidos con los Directores de Desarrollo de las Intendencias de Durazno y Florida porque hay interés en ambos departamentos de tener centros de acopio y clasificación de residuos en Sarandí del Yí, en Sarandí Grande, en el propio Durazno, y a partir de ahí traer el material para procesar en Flores.
En eso estamos muy avanzados y creemos que a mediados de año ya vamos a estar formalizando los acuerdos con estas dos Intendencias de la región. Y eso implica incluirlas dentro de un plan de negocios
¿Quién va a patear contra el clavo?
-Estos proyectos medioambientales generan una firme política de Estado. ¿Ya no hay marcha atrás?
-Exacto. Esto me ha enseñado mucho y una de las cosas que me enseñó es que solamente en la práctica y con un gran esfuerzo de conciliación, de humildad y de bajo perfil se pueden –con constancia y trabajando en equipo- implementar proyectos que echan raíces, que se desarrollan para convertirse en verdaderas políticas de Estado. Después el que venga no va a poder patear contra el clavo, va a tener que continuarlos.
Creo que este es un ejemplo clarísimo por la forma en que han sido concebidos, y por el impacto que están teniendo esos dos procesos de cambios más importantes que existen en el territorio, que son el desarrollo social y el desarrollo económico, con perspectivas de sustentabilidad ambiental que es la otra gran pata que tenemos que impulsar.
-Otro de los aspectos es ese, la lección que dejan estos proyectos que son ejecutados a través de un esfuerzo colectivo,,,
-Esa es la otra cosa importante. En todos estos proyectos nos hemos sentado en torno a una mesa a trabajar gente de distinto pelo político, gente de Trinidad, de Montevideo, gente que responde a los Ministerios, gente que responde al gobierno departamental y todos juntos hemos tenido la capacidad y la visión de anteponer el interés general del departamento.
Por eso a veces me da gracia cuando tratamos –todos- de sacar más partido o tratar de demostrar a la opinión pública si esto es producto del esfuerzo del gobierno nacional o del gobierno departamental, como si la gente tuviera que ver a quién le debe más favores. Esto ha sido producto de la acción mancomunada de todos, pero sí con un liderazgo fuerte del gobierno departamental que fue el que inició estos proyectos en Flores, puso el tema en la agenda política, ha derivado recursos y ha permitido que vengan los recursos del gobierno nacional.
Es muy fácil hablar de la articulación interinstitucional, pero no son las instituciones las que se relacionan, son las personas de carne y hueso con sus ideas, con sus actitudes, con sus temores, con sus emociones, con sus sentimientos, con sus ideas. Justamente esas personas son las que se han sentado en torno a una mesa y han sacado adelante esos proyectos.
Las energías renovables más allá del tema residuos
-¿La política ambiental seguirá girando en torno a los proyectos actuales o habrá de ampliarse la mirada?
-Queremos seguir avanzando a lo largo de este año; no quedarnos solo en el tema de los residuos porque la cuestión ambiental es mucho más amplia. Ese va a ser el cometido de la Oficina de Gestión Ambiental, incorporar el tema de las energías renovables.
Cuando nosotros trabajamos en estos temas, lo estamos haciendo para una época y para un tiempo en el cual nosotros tal vez seamos viejos, pero de eso se trata. Con esto Flores se está posicionando muy bien a nivel nacional y está generando que haya proyectos de inversión en el área de las energías alternativas, con lo cual se comienza a mirar a nuestro departamento porque ven que hay un marco de acción importante.
Hemos recibido la propuesta de una empresa italiana que quiere instaurar un parque de producción de energía solar en el departamento. Es una inversión que estamos estudiando; la misma supera los 10 millones de dólares. Por otro lado estamos esperando que los empresarios nos contesten desde Italia si efectivamente están dispuestos a llevar adelante esta inversión en Flores. Si eso aconteciera vamos a recorrer el camino de enviar el proyecto a la Junta Departamental para que surja con el mayor consenso político posible.