Construirán una planta para tratar residuos industriales peligrosos

Un grupo empresarial argentino invertirá US$ 10 millones en la construcción de una planta para tratamiento de residuos industriales ubicada en la zona Usina 7 de Montevideo (Punta de Rieles), que funcionará bajo el nombre de Mainumby. La obra, que empezará en 2016, incluye dos edificios de 1.000 metros cuadrados cada uno, más de 500 metros cuadrados de oficinas con laboratorio y la compra de un horno para la incineración de residuos.

El gerente administrativo, y uno de los inversores detrás del proyecto, Alberto Ferreyra, indicó que la compañía dará asesoramiento, levantará residuos y hará su tratamiento, enfocados en la industria petroquímica y farmacéutica. «Vimos que faltaba este tipo de servicios y la cantidad de residuos que se están generando y concluimos que había mercado», concluyó.

De hecho, recientemente la Cámara de Industrias del Uruguay (CIU) invirtió US$ 15 millones para construir la primera planta de disposición final de residuos industriales de Uruguay que entrará en funcionamiento en las próximas semanas y que está ubicada en un terreno cercano a Mainumby SRL.

Según indicó Ferreyra, la principal diferencia con la planta de la CIU, es que Mainumby contará con un horno que permitirá incinerar residuos. «Somos un complemento a la Cámara de Industrias, porque trabajamos con residuos sólidos más complicados», explicó el empresario argentino.

Además, esta compañía hará uso de la planta de tratamiento de la CIU, ya que depositará allí la ceniza que queda después de realizado el proceso de incineración de los residuos.

Sin embargo, Ferreyra admitió que si bien no pretenden recibir todo tipo de residuos industriales, la «línea es tan delgada» que puede existir competencia entre Manumby y la planta de la CIU.

Los residuos como negocio

Mainumby cobrará a las industrias alrededor de U$S 1.000 por tonelada de residuos. La planta, una vez que esté totalmente operativa a mediados de 2017, será capaz de procesar 1.200 kilos por hora. Para Ferreyra, el crecimiento del país en los últimos años contribuye a que exista mayor cantidad de residuos industriales. De hecho, un estudio elaborado a pedido de esta empresa indica que en 2011 se generaron 425 mil toneladas de residuos industriales sólidos, de los cuales 44.500 son de media y alta peligrosidad.

Para Ferreyra, el tratamiento de residuos industriales es esencial para las empresas uruguayas que exporten productos y que deban declarar cómo gestionan sus residuos, sobre todo para ingresar a mercados más exigentes. En ese sentido, el empresario argentino cree que también permitirá la llegada de compañías multinacionales que no podían invertir en Uruguay porque no existía una solución para el tratamiento de sus residuos.

¿Cómo funciona?

Mainumby retirará los desechos industriales en el lugar donde se generan o serán recibidos en la planta. Luego se los clasificará y se combinarán distintos tipos de residuos de forma tal que esta mezcla puede ser calentada a una temperatura controlada.

Si la mezcla falla, puede elevar demasiado la temperatura del horno o bien reducirla, lo que obligaría a recalentarlo, y por ende gastar más gas en la incineración.

El proceso termina con una cantidad de cenizas equivalente al 10% de los residuos incinerados. Esa cantidad de material restante será enviado a la planta de la CIU para ser depositado de forma segura.

Los gases que desprenden de la quema de estos residuos son depurados en la planta de procesamiento antes de ser enviados a la atmósfera.

Cámara de Industrias inaugura su planta

Mañana la Cámara de Industrias (CIU) inaugurará la primera planta de disposición final de residuos industriales del país, ubicada en el predio contiguo al vertedero municipal Felipe Cardoso en Montevideo. El sitio, de 9,5 hectáreas (nueve manzanas, aproximadamente) fue destinado en el año 2009 por la Intendencia de Montevideo (IMM) mediante un convenio firmado con el Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM), el Ministerio de Vivienda Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente (Mvotma) y la CIU. Esta última fue la que se encargó de elaborar el proyecto, evaluado y aprobado por la Dirección Nacional de Medio Ambiente (Dinama) y materializarlo, a través de la empresa constructora Saceem, quien lo administrará una vez que esté operativo. La planta tendrá una vida útil de 11 años, y dispondrá de una capacidad para 316.000 toneladas de basura. El precio de disposición oscila entre US$ 150 y US$ 200 por tonelada.

Dado que la obra no tiene fines de lucro, los ingresos que se generen a partir de su funcionamiento serán destinados para pagar el préstamo de US$ 15 millones que el Banco República (BROU) otorgó para su construcción.