Durante fines de diciembre y los primeros 10 días de enero, la Intendencia de Montevideo (IMM) sacó a la vía pública un total de 95 contenedores con tapa fija, o también conocidos como «contenedores buzonera».
En concreto, se trata de adaptaciones que la IMM mandó a hacer a los tradicionales contenedores verdes que actualmente se ven en la vía pública. Básicamente, se eliminó la palanca de pie que permite abrir una de las compuertas, y la misma fue cerrada con una serie de tornillos.
En la tapa tienen una pequeña abertura rectangular por donde se introducen los residuos sólidos, desde cajas, envases, metales, bolsas plásticas, entre otros elementos de esta misma categoría.
Los Barrios
Para la puesta en marcha del plan piloto la IMM optó, principalmente, por zonas comerciales y de alta densidad demográfica, asociada a la existencia de ferias, avenidas y centros comerciales, expresa el informe al que accedió El País, sobre la evaluación del sistema.
Estos contenedores se ubicaron en barrios tales como La Unión, Paso Molino, Belvedere, Buceo, Punta Carretas, Pocitos, La Blanqueada, Parque Batlle, Reducto, Jacinto Vera, Cerro, Capurro, La Teja, entre otros.
En los 20 días de aplicación del plan (desde el 22 de diciembre del año pasado al 10 de enero de 2014), con una frecuencia de «levante» de tres veces por semana, más del 70% de los contenedores dispuestos, no llegaban al 50% de llenado, según describe el informe.
Solo 17 contenedores buzonera de los 95 desplegados, alcanzaron a llenarse hasta poco más de la mitad y apenas 7 se llenaban por encima de los tres cuartos del espacio disponible.
En el informe se destaca, como un dato llamativo, que ni en las fechas más fuertes de generación de residuos sólidos, como el 2 y el 6 de enero, (posterior a Año Nuevo y Reyes) «no se registró un mayor uso» de estos contenedores, tanto en zonas comerciales como en residenciales.
«Si bien la generación de residuos secos en estas fechas (Año Nuevo y Reyes) aumenta, no se ve reflejado en los datos de levante de residuos. (…) Un motivo, puede ser, la falta de adhesión a la clasificación por parte de los vecinos», especula el balance realizado por el área de Desarrollo Ambiental de la Intendencia de Montevideo.
Residuos
También se detectaron dificultades, por parte de la población, a la hora de separar entre residuos sólidos y húmedos. Mediante controles visuales aleatorios realizados durante tres días, por la IMM, se pudo determinar que en el circuito comprendido por los barrios Cerro, La Teja, Belvedere, Reducto, La Figurita, de 15 contenedores inspeccionados, el 47% estaba bien clasificado, pero otro 40% «generaba dudas de buena clasificación» ya que había bolsas o cajas cerradas.
A su vez, el restante 13% contenía residuos húmedos. «Falta conocimiento… mucha gente nos preguntaba qué es húmedo, que es seco. La mayor parte de la gente, como no sabía qué poner, no ponía nada ahí en estos contenedores. Eso fue lo que hicieron. Y eso es lo que explica, en parte, por qué dichos contenedores no estuvieron a capacidad colmada», dijo a El País Fernando Martínez, director interino de la división Limpieza de la IMM.
Vandalismo.
Otro de los puntos que analizó el informe de la IMM fue el grado de vandalismo hacia estos contenedores especiales. Así las cosas, expresa que «la inspección visual revela que están en buen estado».
Sin embargo, según Martínez se detectó un contenedor incendiado y varios cuyas aberturas fueron forzadas.
En los datos recabados por la IMM también aparece una mención a la conformidad con los vecinos, respecto a su uso.
«Algunas personas llamaron para solicitar que sacaran el contenedor naranja. Eran situaciones en las que estos contenedores se colocaron junto a uno verde y, por tanto, el vecino que los tenía en su propiedad se manifestaba molesto por la presencia de más contenedores», concluye el informe.
Entre las conclusiones a las que arribó el informe se destaca que «de acuerdo al volumen instalado de contenedores buzonera y la frecuencia de levante se constata un leve sobredimensionamiento del operativo, en función del grado de adhesión de los vecinos».
Al día de hoy, y tras el plan piloto, más de la mitad de los 200 contenedores buzonera que adaptó la IMM volvieron a un rincón de vertedero municipal de Felipe Cardoso