Se trata de algas que en la fachada ayudarán a generar calefacción, como las de un edificio recién inaugurado en Alemania. Es la arquitectura verdaderamente sustentable.
Lo que se busca, explica María Paz Gutiérrez, académica de la Facultad de Arquitectura de la Universidad de California, Berkeley, es integrar plenamente las posibilidades verdes en una edificación.
«Hasta el presente, nos hemos enfocado en desarrollar una tecnología a la vez, como paneles fotovoltaicos, reciclaje de agua, el viento; pero ahora debemos pensar en un todo. Incluso en cómo reciclar la basura».
Para lograr esto, una de las respuestas es la nanotecnología. En una de las últimas ediciones de la revista Science, María Paz y su compañero de laboratorio, Luke Lee, hicieron una revisión de las investigaciones sobre la materia que están en curso. Un ejemplo de ellas es un trabajo donde el grupo reutiliza completamente las aguas grises o de desecho.
El proyecto lleva el agua sucia -del baño o la lavadora- a un sistema instalado en la fachada de las construcciones y que la expone al sol. El calor y unos nanoespejos desinfectan el agua. En el proceso, ésta se calienta y puede ser utilizada para la calefacción por losa radiante. Además, esa misma agua desinfectada puede ser utilizada nuevamente para el baño o para lavar.
En la Universidad de Colorado, otro grupo está desarrollando muros «vivos» que son capaces de autorregular la temperatura de un edificio con polímeros y microcanales.