La gestión de la basura es uno de los temas centrales que tiene en la agenda la administración encabezada por Mauricio Macri.
Y es uno de los conflictos que enfrenta al gobierno porteño con el bonaerense, ambos responsables de la Coordinación Ecológica Metropolitana Sociedad del Estado (Ceamse). Es que el sistema de disposición final de la basura de la ciudad y de 27 municipios del conurbano está colapsado. No hay nuevos lugares para enterrar la basura.
El único relleno sanitario que se utiliza, el de González Catán, tiene una vida útil máxima de un año y medio. Por eso la Capital tuvo que hacer un esfuerzo para reducir la cantidad de desechos que se depositaban allí.
«Cuando asumí, hace tres años, dije que íbamos por este camino y, si la ciudad en 15 días pudo reducir 600 toneladas de basura, es porque teníamos un plan en marcha, porque esta reducción no se produce de la noche a la mañana, aunque haya muchos que no quieran reconocer que el gobierno de Macri es el que más ha hecho por cumplir con la ley de basura cero», dijo a LA NACION el ministro Diego Santilli.
Los números que manejan en el Ministerio de Medio Ambiente es que, hasta el momento, de las 6000 toneladas diarias que se generan en el distrito, se han dejado de enterrar 1720.
Sin embargo, el desafío por delante es mayor. El 1° de enero pasado debían reducirse las primeras 600 toneladas con la habilitación de la planta de separación instalada en San Martín.
Y, a principios de este mes, se sumaron otras 600 t de áridos (residuos de la construcción), que serán tratados en una planta que está construida en la ciudad, y otras 120 t obtenidas de los contenedores para residuos reciclables que están distribuidos en las calles.
Pero el plan no termina ahí. La tercera meta, para mediados de 2013, suma otras 100 t, mientras que para fines de ese año la planta de áridos ya podría procesar 1800 toneladas, con lo que se conseguiría reducir el 44% de las 6000 t de basura porteña que hoy se entierran. Y, para llegar a las 4650 toneladas menos que prometió la Ciudad, en agosto de 2014 se incorporará el tratamiento de 2000 t de basura orgánica.
La clave es que para procesar todas esas toneladas de basura la ciudad llamó a licitación para crear nuevas plantas de tratamiento, dentro del distrito. En pocos días se conocerán las ofertas técnicas y económicas para procesar unas 3000 t. Pero los expertos estiman que es imposible instalar todo ese sistema en menos de un año y medio.