No se trata solo de envases de bebidas o productos lácteos, también están obligados quienes comercialicen café, té, yerba y especias, productos de panadería y galletería, productos de cacao y artículos eléctricos y electrónicos, como por ejemplo celulares o televisores.
En diálogo con El Espectador, Marisol Mayo, directora de planificación de la Dirección Nacional de Medio Ambiente (Dinama) explicó los alcances de esta medida y su aplicación.
La medida abarca “a todos los envases no retornables, todo lo que es no retornable es lo que este sistema recolecta. Por selección hace la clasificación y de ahí se deriva a los distintos puntos de reciclado y valorización”.
“Todos los que trabajen con envases plásticos, de cartón, etc van a tener que hacerse cargo de los envases luego de que sean usados. Desde 2004 se aprobó la ley de envases no retornables con amplio alcance, se le transfirió la responsabilidad por la gestión de los residuos por consumo al sector propietario de marca. Esa ley se reglamento en 2007 y se ha desarrollado en distintas acciones para poder insertar un sistema de recolección selectiva y tender a la puesta en valor de los residuos que es el espíritu de la ley”.
Lo que establece la ley y su decreto “es la obligación de iniciar planes de gestión a nivel territorial colectivos, grupales, buscando la eficacia del sistema y la integración con los sistemas de residuos sólidos urbanos de las intendencias”, explicó Mayo.
Actualmente tenemos tres planes: “el que administra el fideicomiso propiciado por la Cámara de Industria, el otro que es el sistema de residuos de envases de especialidades farmacéuticas y un tercer plan de repuestos de vehículos”. Las empresas que tienen la obligación desde 2007 de adherirse “son las que utilizan y manejen envases no retornables en sus productos” y en el caso “de que opten por trabajar con envases retornables quedarían exonerados”.
“El boom de las bebidas en envases no retornables” fue “el desencadenante de todo esto, o sea, lo que marcó el camino de la ley”, porque “todos los productos que consumimos en mayor o menor medida tienen envases no retornables”, manifestó Mayo.
Detrás de esta normativa “tenemos la idea de trabajar en la posibilidad de una línea de producción y consumo sostenible para que las empresas diseñen los envases y que el consumidor elija utilizar retornables”, concluyó la directora de planificación de la Dinama.