Tras la reunión en Anchorena con los intendentes, Mujica formó una comisión que evaluará las dos propuestas privadas que hasta ahora se han presentado para atacar el problema de la disposición final de los residuos sólidos urbanos.
Las dos propuestas que serán evaluadas son diferentes por donde se las mire.
Aplican tecnologías diferentes, tienen costos diferentes y son promovidas por diferentes actores dentro del gobierno, pero la mejor de las diferencias que tienen es que no compiten una con la otra, ya que una apunta a solucionar los problemas en Montevideo y el área metropolitana, y la otra está más orientada a solucionar la situación del resto de los departamentos.
Según lo informado a El País por algunos de los asistentes a la reunión, el presidente José Mujica dijo que de hora en más el tema de los residuos será prioritario, y para eso formó una comisión integrada por Rivera, Florida, Canelones y Lavalleja que trabajará sobre las propuestas y las diferentes tecnologías a partir de la primera semana de febrero, y que antes de junio deberá tener claro el «mapa de ruta» a seguir.
Una de las dos propuestas es la de la empresa estadounidense Sanitas Partners, ya conocida por todos e incluso auspiciada por siete gobiernos municipales (Canelones, San José, Durazno, Florida, Flores, Tacuarembó y Lavalleja), que en febrero firmaron una declaración de «interés unívoco» para apoyarla.
En pocas palabras, Sanitas propone, mediante una asociación público-privada, un sistema de transporte, tratamiento y disposición final que utilizaría las vías de AFE y que dispondría de un predio de unas 100 hectáreas en Durazno para la disposición de los residuos de todo el país, generando, además, biogás.
Los que apoyan esta propuesta sostienen que es de rápida y fácil aplicación, y a costos bajos, ya que toda la inversión correría por parte de los privados y las intendencias pagarían por el servicio prestado.
La segunda propuesta no es menos importante, entre otras cosas porque fue presentada por el propio prosecretario de Presidencia, Diego Cánepa, aseguraron los informantes.
La propuesta que acercó Cánepa es para solucionar la situación de los residuos de Montevideo y el área metropolitana, y se basa en un sistema térmico (un horno para quemar basura) que tendría un costo aproximado de US$ 500 millones. Su puesta en marcha insumiría al menos dos años, informaron los asistentes.
En diálogo con El País, el intendente de Salto, Germán Coutinho, afirmó que «lo más importante es que se fijaron plazos y se definió que será la comisión la que definirá lo que hace falta, y lo que hay que hacer, y no ningún privado que acerque propuestas».
Coutinho agregó que «es probable que se avance en base a la regionalización», es decir, no una solución nacional, sino por zonas. Una de esas zonas podría estar conformada por Artigas, Salto, Paysandú, Rivera y Tacuarembó, cuyos intendentes ya se pusieron de acuerdo y se reunirán en las próximas semanas para formalizar la regionalización. Posteriormente tendrán maquinaria en común y abordarán los problemas como una unidad.
El intendente salteño afirmó también que «la idea es que nadie más tenga propuestas aisladas, que esto se canalice en la comisión y que, una vez definida la política ambiental, definamos nosotros qué hacer y quién lo hace».
Solución colorada
La Convención Departamental del Partido Colorado presentará mañana una «estrategia concreta de fondo» que permitiría encaminar la limpieza y recolección de residuos en Montevideo, ya que afirman que «notoriamente adolece de una crisis profunda».