La Intendencia Municipal de Montevideo (IMM) resolvió frenar su plan de colocar más contenedores para residuos reciclables color naranja debido a que los vecinos no responden a la propuesta de clasificar la basura en sus hogares.
El plan piloto de clasificación de desechos viene siendo instrumentado en el barrio Malvín desde abril del año 2009.
La administración reconoció que el sistema implementado no tuvo éxito. “Estamos convencidos de que, desgraciadamente, tenemos casi lo mismo en el (contenedor) verde que en el naranja”, dijo el director de Desarrollo Ambiental, Juan Canessa, durante su comparecencia del 23 de setiembre en la comisión de Medio Ambiente de la Junta Departamental de Montevideo.
La clasificación por contenedores comenzó hace dos años y medio, y fue impulsada por la administración del actual ministro de Educación y Cultura, Ricardo Ehrlich. Sin embargo, el gobierno de la intendenta Ana Olivera entiende que “otros procesos han demostrado ser mejores”, según afirmó Canessa. El actual encargado de la limpieza de Montevideo sostuvo que “el camino es buscar otras formas de recolección, basadas más en la recolección selectiva hogareña y en el trabajo con los complejos habitacionales”.
La experiencia tuvo idas y vueltas desde su implementación. Al comienzo se proyectó colocar 400 contenedores naranja en la zona de Malvín. En abril de 2010, un año después del comienzo de la instalación de los vertederos, había 72 recipientes diferenciados en las calles del barrio costero. Al día de hoy son 60 los contenedores de ese tipo en el área.
Canessa sostuvo que si bien en la actualidad la comuna opta por “otro camino” para la clasificación de residuos, el sistema no será eliminado “para siempre”. El jerarca informó a los ediles que ordenó un estudio del tipo de residuos que son depositados en los contenedores para analizar si es viable instalar los vertederos diferenciados en otras zonas de Montevideo.
En teoría, los vecinos deben depositar los residuos húmedos en los contenedores verdes y los reciclables, como plástico, cartón o papel en los especiales.Mientras el oficialismo sostiene que la basura es un “problema cultural”, la oposición carga las tintas sobre la gestión del Frente Amplio al mando de la IMM. La edila María Franco (MPP) dijo a El Observador que “el sistema de los contenedores es muy nuevo” y sostuvo que “la ciudadanía todavía no lo entendió”. En tanto, el edil Edison Casulo (Unidad Nacional) afirmó a El Observador que “los vecinos no ven que la administración cumpla con sus tareas y por eso es que faltan a su compromiso ciudadano”.
Proyectos que no fueron
La IMM anunció durante los dos últimos períodos de gobierno numerosas iniciativas para satisfacer la mayor demanda de los montevideanos: la limpieza. El Ejecutivo departamental y los ediles oficialistas presentaron proyectos que, en su mayoría, fueron suspendidos, postergados o archivados.
Olivera presentó durante su campaña de gobierno un “Plan de Impacto”, en el que prometió “limpiar” la ciudad en seis meses. Las tareas se desarrollaron durante cuatro meses y tuvieron que ser suspendidas por la huelga del gremio municipal (Adeom), que comenzó en noviembre del año pasado. El 52% de los montevideanos desaprueba la gestión de limpieza de la administración Olivera, según una encuesta realizada por la consultora Factum a fines de agosto.
Desde el año 2005 la comuna planea construir plantas de clasificación de residuos con la intención de que los hurgadores reciban los desechos en ese lugar, sin tener que recorrer la ciudad. La propuesta también fue incluida en el presupuesto de esta administración. Aún no están determinados los puntos donde serán instalados los centros clasificadores.
La IMM propone limitar la circulación de carritos tirados por caballos en la zona de Ciudad Vieja desde noviembre del año 2006. En tanto, los comercios comenzaron a entregar bolsas de distintos colores en el 2008, para que los clientes realicen clasificación de residuos en sus hogares. La comuna recomienda hoy adquirir bolsas reutilizables de papel.