El Espectador dialogó con uno de los impulsores del plan, el concejal del Municipio CH, Hugo Recalt, quien pertenece al sector Unidad Nacional, del Partido Nacional.
Recalt dijo que la prohibición regirá para que no se distorsione el plan de recolección de basura que atendería a 87 manzanas de la ciudad y que estaría comprendida entre la rambla y las calles Vázquez Ledesma, Ellauri, 26 de Marzo y Luis Alberto de Herrera.
El plan piloto tiene como aspecto fundamental la clasificación primaria en los hogares.
“Va funcionar un plan piloto de recolección selectiva. Este consta de que, en una primera etapa, las casas de familia separen basuras húmedas y secas en dos recipientes distintos, en donde los porteros ofrecerán a los vecinos dos recipientes entregados por la Intendencia para concretar la separación de basura”, explicó Recalt.
Posteriormente a este proceso, según comentó Recalt, los camiones municipales van a recoger esa basura y la llevarán a una planta de clasificación ubicada en otro barrio donde los hurgadores podrán trabajar y así evitar su presencia en la zona de Pocitos.
“Esa basura, que es la valiosa, irá a centros de distribución donde estas personas van a trabajar en condiciones dignas, como cualquier obrero y podrán luego venderla a los usuarios sin tener que pasar por los intermediarios, ganando mucha más plata”, dijo Recalt a El Espectador.
Consultado sobre cómo se va a lograr que los hurgadores no ingresen a la zona, Recalt señaló que esto está en manos de la Intendencia.
El Espectador intentó obtener información sobre cómo se va a implementar, pero desde la comuna remitieron al concejal Recalt, quien explicó lo siguiente:
“La diaria la va a hace la Intendencia, no sé con que va a prohibir, supongo que será inspección general, lo que se es que el pequeño período de prueba piloto, nosotros vamos a tratar de que no se distorsione el proyecto para que no se haga difícil aplicarlo”, explicó.
Y agregó: “Solamente se hará en un período piloto, para que no se deforme el plan se va a prohibir en ese tiempo. Si implementamos el nuevo sistema en esta zona de mayor densidad de población no van a necesitar venir, no porque se les prohíba, sino porque no van a necesitar la basura”, declaró el concejal.
Respecto a cómo recibieron los recolectores esta medida, Recalt dijo que, aunque hubo resistencias, muchos están de acuerdo.
“Como todos los cambios son difíciles de digerir, muchos están de acuerdo. Lo que está claro es que esta nueva medida les va a servir más, se van a sentir empresarios, van a ganar más plata y como cualquier padre de familia que llega a su casa, el lograr obtener más dinero es algo conveniente”.
Por otro lado, el jerarca municipal dijo que algo en lo que se avanzó y que se debe destacar es que acordó con los clasificadores que no haya niños en la basura, ni en los carritos ni clasificando.
Lo que el concejal del Municipio CH señaló es que están esperando que la Intendencia de Montevideo lance la campaña para concientizar a los vecinos a separar la basura, cosa que aún no ha ocurrido porque la comuna no ha marcado una fecha para el comienzo de la misma.
A los efectos de tener una medida que sirva para cuantificar el negocio de la basura, la clasificación genera 20 millones de dólares y la Intendencia destina 30 millones de dólares al sistema de limpieza de Montevideo, según cifras publicadas por el diario El Observador.