La directora de Economía Social del Ministerio de Desarrollo Social, Mariela Fodde, expresó a LA REPÚBLICA que la Ley de Envases aprobada en 2007 y en el marco de la cual hoy trabajan 200 familias en cinco departamentos, ha generado un alto impacto social, eliminando el trabajo infantil en esos núcleos.
Daniela Fassanello
Recolectores. Cientos de clasificadores de Rivera, Maldonado, Salto, Canelones participaron ayer del encuentro.
El Programa Uruguay Clasifica (PUC) trabaja desde 2006 con cooperativas de clasificadores que a partir de la Ley de Envases, aprobada en 2007, desarrollan sus tareas en cinco departamentos Canelones, Maldonado, Rocha, Rivera y Flores.
Son alrededor de 200 familias las que trabajan formalmente con el programa, que arrancó con proyectos piloto de circuitos limpios sostenibles en las distintas comunidades y por el que perciben un sueldo de 6.000 pesos, que es aportado a través de la Cámara de Industrias, además de los beneficios sociales que reciben desde el propio Mides.
«En estos departamentos se está profundizando en el cambio cultural en el Interior, el trabajo es formidable», dijo Fodde.
«El recolector ya no va ni al vertedero, ni busca basura en el contenedor donde realizaba en familia el trabajo de clasificar; ahora va a la isla de recolección directamente y allí los residuos ya están separados porque los vecinos realizaron antes, en sus hogares, la selección», explicó Fodde.
Las familias que integran estás cooperativas, además de haber cambiado sus hábitos de trabajo han podido lograr formalizarse en lo laboral. Reciben un salario de seis mil pesos que es aportado por la Cámara de Industrias, trabajan de lunes a viernes y además pueden «revender» lo clasificado.
Ayer se realizó el primer encuentro nacional de clasificadores, en el que se firmó un con convenio entre los ministerios de Desarrollo Social y de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente, con el objetivo de coordinar y ejecutar políticas para la inclusión de clasificadores en el cuidado del medio ambiente. Allí el gobierno expresó su «prioridad» de dignificar la tarea del clasificador, esencial en el proceso de reciclaje.
La ministra de Desarrollo Social, Ana Vignoli, reconoció la tarea del clasificador «en el trabajo para una gestión ambiental sostenible y equitativa a nivel de país» y subrayó que «es prioridad del gobierno brindarle a los clasificadores herramientas para mejorar sus condiciones de trabajo».
Por otro lado, también dijo que «es preocupación de las autoridades que los niños no trabajen en estas tareas para que puedan vivir su infancia plenamente».
En tanto, el director de Medio Ambiente, Jorge Rucks, reconoció que «la política ambiental no es equitativa ya que un grupo reducido se encarga de clasificar los residuos de toda la población».
NÚMERO
1.956
* Son las toneladas de residuos sólidos urbanos que se generan a diario en el área Metropolitana de Montevideo.