Nueva York lanza programa de compostaje de residuos orgánicos
Nueva York lanza programa de compostaje de residuos orgánicos
La ciudad de Nueva York lanzó un programa piloto hace dos años para analizar la recolección de desechos orgánicos en las veredas de sus barrios más densamente poblados: Bronx, Brooklyn y Staten Island. El proyecto abarcó 30.000 hogares y más de 100 institutos educativos y edificios de la ciudad.
Los resultados del piloto fueron prometedores y se decidió lanzar un programa de recolección de residuos orgánicos desde la vereda de los ciudadanos en esos barrios, con miras de expandirlos a toda la Gran Manzana tan pronto como sea posible.
Actualmente la ciudad hace compost con el material que colectó durante el programa piloto en instalaciones locales y foráneas, pero en el futuro planea enviar todos los desperdicios orgánicos a una instalación especial donde la emanación de gas metano pueda ser transformada en gas natural, según informa Triple Pundit.
Participación en ascenso
Que la ciudad más populosa de Estados Unidos decida convertir sus desechos orgánicos en compost tiene un significado ambiental y económico muy positivo, pero la reportera de New York Times, Vivian Yee plantó una bandera roja: ¿los ciudadanos realmente están interesados?
Con una ordenanza de 1989 se obligaba a los neoyorquinos a reciclar, pero de acuerdo a reportes de medios de prensa menos de la mitad de las personas están dispuestas a hacerlo. El año pasado únicamente, el gobierno debió emitir 51 mil multas a quienes desafiaron el programa de reciclaje de papel, plástico, vidrio y metal.
Yee visitó Queens y notó que uno de cada tres hogares participaba activamente del programa de compostaje, separando sus desperdicios adecuadamente. La reacción ha sido variada según los hallazgos de Yee: los residentes que se consideraban ambientalistas estaban entusiasmados por esta iniciativa y adoptaron el contenedor marrón con presteza, pero hay quienes se rehúsan a participar en el actual programa y también fueron reacios a reciclar con la ordenanza obligatoria de 1989.
Vivian conoció neoyorquinos cuyas preocupaciones no eran por el ambiente sino por el trabajo extra que separar las sobras podría significar, el mal olor que podrían percibir e incluso un plan mayor por controlar lo que cada hogar consume en base a sus desperdicios. Los escépticos últimamente han cambiado de equipo y comenzaron a participar el programa de compostaje.
Números
Reportan medios de prensa, que la ciudad de New York acopla 3.2 millones de toneladas de desechos a rellenos sanitarios al año y desembolsa 350 millones de dólares anualmente para enviar su basura lejos. De esta suma exagerada, estima el equipo de gobierno, un 30% corresponde a desperdicios orgánicos que podrían ser compostados.
70.000 hogares en Queens y Brooklyn ya recibieron sus contenedores marrones, donde deberán disponer recortes de frutas y verduras, carne y huesos, servilletas e incluso las tradicionales cajas de pizza y comida china que solemos ver en cada película neoyorquina.
