MARCELO BUSTAMANTE
Mucho se habla de que Montevideo está sucia. ¿Es una sensación o realmente es así?
Quiero encuadrar el tema de la limpieza con un proyecto para un Montevideo limpio. No hay un problema de sensación. Se tiene que avanzar mucho en la limpieza, que no tiene que ver exclusivamente con el servicio propiamente dicho. A pesar de que el plan de impacto se interrumpió al cuarto mes por el conflicto con Adeom, básicamente se cumplió con la mayor parte. Para la recuperación del equipamiento se destinaron U$S 30 millones. Hoy la Intendencia cumple estrictamente con los circuitos de levante. Recuperamos las barredoras mecánicas para las avenidas y se dieron recursos a los municipios, dotando de mayor personal para el barrido.
¿Y en cuanto a la basura generada por los comercios?
Estamos trabajamos con los comerciantes para el manejo de la basura no domiciliaria y de la misma forma con los clasificadores, quienes además reciben capacitación para incorporarse al sector de la Construcción. Paralelamente se está previendo la construcción de plantas de transferencia para el trabajo de los clasificadores.
Otro punto es el contenedor mal utilizado
En cuanto a la limpieza en torno al contenedor, hay tres camionetas que hacen su trabajo en régimen de 8 horas. Vamos a tener un equipo que cubrirá a 2.700 contenedores diarios. Tuvimos la semana pasada una reunión con la empresa CAP para que ese levante se haga alrededor de los contenedores en la zona del Centro. Pero si no hay un involucramiento de la ciudadanía en todo el sistema de limpieza, no vamos a tener la ciudad que nos merecemos tener. Hoy tenemos el doble de toneladas y el triple de volumen, ¡claro que debemos adoptar otras medidas de las tomadas en 2006, cuando se instaló el sistema de contenedores!. A mediados de noviembre se va a presentar el Plan Director de Limpieza que va a demostrar lo que estamos haciendo. Pero la limpieza es un sistema en el que se incluye también el estado de las veredas, por ejemplo. Una vereda rota es una vereda sucia. En este caso la IM comenzó con los 260 locales para arreglar esas veredas e intimar a los organismos públicos a que hagan lo propio. En cuanto al barrido, sabemos que aún no es suficiente pero en breve se incorporará equipamiento para esta tarea.
Los tiempos de los vecinos de ver la ciudad limpia no coinciden con los tiempos de la compra de las maquinarias y de la inserción de los clasificadores al trabajo formal.
Respeto a las licitaciones, en el primer trimestre vamos a tener las maquinarias. Algunos dicen que acá pasaron 21 años de un mismo gobierno, pero acá hay una nueva situación y para eso nos dimos un tiempo para hacer el Plan Director de Limpieza.
Pero hemos tomado una cantidad de medidas. Hay un tema en el que magia no se puede hacer, que es el de clasificación de residuos. Hubo un proceso de acumulación, cuando mucha gente que en el año 2002 perdió el trabajo formal y se volcó a la clasificación.
Hoy para ingresar al mercado de trabajo formal se requiere de mayor capacitación. Un clasificador de residuos puede sacar mínimamente $ 12 mil pesos por caballo. Ese trabajador con su nivel socioeconómico no va a sacar ese dinero en una empresa de seguridad o de limpieza. Hay quienes se aprovechan de esa red informal. En Montevideo hay registradas 5.500 familias dedicadas a la clasificación.
No es cierto lo que algunos dicen de que la IM tolera a los clasificadores porque les resuelve un problema. En muchos casos estos clasificadores le generan a la Intendencia más gastos.
Hay gente que la cuestionó porque usted afirmó que la campaña de información sobre lo que hace la IM la haría recién cuando tuviera la maquinaria disponible.
Los recursos para ese tipo de campañas no son ilimitados y salen mucho dinero. Tenemos que elegir los momentos. Ahora tenemos el programa de la Tía Libi que apunta al abordaje de la limpieza y el medio ambiente con los más pequeños, que son sin dudas los mejores difusores.
La gente no quiere más explicaciones de cómo vamos a hacer y cuál es el diagnóstico. Lo que se quiere es que resolvamos. Cada vez que salgo a explicar, a la gente le molesta más. Queremos que se vea que la IM puso toda la carne en el asador y eso no va a demorar.
¿Usted es reticente a exponerse ante los medios de comunicación?
La sobreexposición no es algo que favorezca la gestión. Uno no puede estar permanentemente aclarando, porque parece que uno está en una actitud defensiva. Quiero aclarar que hubo algunos medios de prensa escrita que sistemáticamente y con cierta periodicidad, publicaban noticias de la Intendencia que no eran verdaderas. Por lo tanto en algunas ocasiones salí a aclarar. Quiero señalar que sí creo que cometí un error. Dijimos cuando recién asumimos que nosotros no íbamos a anunciar lo que íbamos a hacer hasta que las cosas estuvieran hechas, porque eso genera una expectativa muy grande. Ahí cometí un error. Porque hay un montón de cosas que se han hecho que no tuvieron la difusión que ameritaba. Ahí nos equivocamos porque la gente necesita ver más allá del hoy.
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A favor de la quita de la cuota
¿Está en contra de la cuota fijada para el ingreso a la comuna de hijos de funcionarios de la Intendencia?
Estoy de acuerdo con la resolución que aprobó la Junta Departamental. La IM es el último organismo público que mantenía esta medida. La misma tuvo un sentido en el momento en que se tomó. Fue el primer incentivo que se le hizo a los trabajadores, que se sumó al incentivo para el retiro. Los ingresos mayormente no eran por concurso ni por sorteo y había un alto porcentaje de desocupación. Tenemos muchas áreas en que la gente elige dónde trabajar, pero la IM tiene déficit en otras áreas. Lo tenemos en el área de informática. Déficit de ingenieros y asistentes sociales que optaron por otro lugar. En el llamado obrero hay 700 que convocados a presentarse, no lo hicieron. Pero no me saco el sayo ni tomo distancia por una resolución que tomó la Junta Departamental.
Problemas de gestión y falta de camiones
-”Durante toda la campaña electoral hubo un conflicto no declarado de limpieza. Cuando asumí había 10 camiones en funcionamiento, más allá de que para mí habían algunos temas vinculados con la gestión que dificultaban el mantenimiento. Arrancamos la gestión con un déficit en el tema de limpieza. Cuando veníamos remando, tuvimos el conflicto a los cuatro meses. Estuvimos al borde de una situación de peligro sanitario de la población. Tomamos la medida de esencialidad, y a los trabajadores les descontamos los días de paro. Además hubo sanciones especiales para aquellos que incumplieron el decreto de esencialidad. No hubo ninguna marcha atrás en esto”, indicó Olivera. “Según lo establecido por la OIT, aquí no debería a llegarse a situaciones de peligro sanitario con la limpieza. En general estas cosas se llaman guardias gremiales. Tenemos que evitar llegar a una situación que afecte la salud de los montevideanos”, apuntó Olivera y sostuvo su deseo de firmar un convenio colectivo con los trabajadores. “Estamos en un país donde existe una Ley de Negociación Colectiva que es impulsada desde el gobierno nacional. Somos parte de un único proyecto, y el programa departamental que aprobó la ciudadanía plantea tener un convenio con los trabajadores. Queremos firmar ese convenio colectivo con los trabajadores”, dijo Olivera.