PIT-CNT quiere circuitos limpios en todo Montevideo
Durante tres días el PIT-CNT, la Universidad, la Dinama y los trabajadores del área discutieron las propuestas para mejorar la recolección de residuos. Brasil es un ejemplo.
Bajo el título «Manejo de Residuos Sólidos: Problema Nacional» el movimiento sindical convocó a un seminario de tres días para discutir cómo se afronta el problema de la basura y el trabajo generado a través de ella.
Preocupa que más de 15.000 trabajadores vivan de la basura en Montevideo, trabajando en malas condiciones y por fuera de todo el sistema social.
Para eso el PIT-CNT trabajó durante tres días con la Unión de Clasificadores de Residuos Sólidos (Ucrus) y representantes de la Intendencia de Montevideo, la Dirección Nacional de Medio Ambiente (Dinama), la Universidad de la República y distintas organizaciones sociales que están involucradas en el tema.
El coordinador de la Comisión de Salud y Medio Ambiente del PIT-CNT, Jorge Ramada, al ser consultado por LA REPUBLICA, evaluó las jornadas de forma positiva e indicó que la propuesta de los trabajadores es que se pueda comenzar a trabajar en «una política medioambiental racional» en la que se puedan «rescatar» al máximo los residuos sólidos, teniendo en cuenta que «hoy el 80% de la basura se entierra».
«Nuestra propuesta pasa por cambiar la estrategia actual, que es el enterrar al máximo, por una recolección de origen y con un circuito limpio de clasificación», explicó, y agregó que hoy estos circuitos se aplican en distintas comunidades de diferentes departamentos y zonas de Montevideo, como el barrio Casavalle.
Otro gran aspecto es cómo y en qué condiciones trabajan los clasificadores que actualmente ya son parte de las «islas de clasificación». «En Montevideo hay tres plantas y todas están en malas condiciones. No están techadas; no tienen las condiciones, ni las herramientas de prevención básica para llevar adelante el trabajo», manifestó.
Ramada explicó además que en un principio la propuesta de los trabajadores era poder trabajar en un proyecto de clasificación a nivel nacional, pero luego se propuso que solamente se realizara a nivel de Montevideo, teniendo en cuenta lo complejo que es comenzar a discutir este tipo de cambios en la comunidad, con todo lo que eso implica.
Ejemplo brasileño
La experiencia en la región ha servido para que en Montevideo algunas cooperativas aspiren a otros tipos de sistema de clasificación de los residuos sólidos. Por ejemplo, el Parlamento brasileño aprobó el 2 de agosto de 2010 la ley Política Nacional de Residuos Sólidos. La nueva ley consolida una dimensión social en el tema del reciclaje y exige la participación formal de los recicladores organizados en cooperativas.
La ley del vecino país exige a los llamados distritos municipales un plan de residuos preparado en un plazo de dos años, incluyendo un diagnóstico de la situación con objetivos claros de reducción y reciclaje. Así como exige la erradicación de los basureros, el Gobierno deberá preparar un plan federal con una escala de tiempo de 20 años, actualizada cada cuatro años, bajo al coordinación del Ministerio de Medio Ambiente.
En Brasil, según los datos aportados por la organización Compromiso Empresarial para el Reciclaje (Cempre), hay un millón de personas involucradas en la clasificación de materiales reciclables, incluyendo a los recicladores que recolectan de las calles, con carros. En la actualidad las cooperativas van desde «pequeños centros que operan con estándares mínimos de seguridad e higiene hasta grandes cooperativas manejadas como un negocio sofisticadas, vehículos y control de producción».
La ley también tiene un capítulo aparte dedicado a los cambios de hábito y establece que «los consumidores deben poner de su parte para reducir el problema de los residuos».
