La cadena británica Sainsbury’s abrió un local en Cannock, West Midlands, que usa energía enteramente producida a partir de los residuos que el mismo establecimiento genera.
Supermercado Sainsbury’s, encuentra la manera de que nada se desperdicie
La cadena dona los alimentos que no vende, y con los que están en mal estado produce biometano, que alimenta a su local.
Una brillante idea ecológica se produjo en Inglaterra, y ahora el mundo puede comprobar que no contaminar y reciclar son un camino viable.
El supermercado Sainsbury’s, en colaboración con los especialistas en desperdicios Biffa, encontraron una original manera de que nada se desperdicie: de los alimentos y productos no vendidos por la cadena, una porción (la aún comestible) va a parar a fundaciones benéficas; otra porción, la que está un poco más deteriorada, se usa para alimentar a animales de granja; y la comida que ya no se puede ingerir es transformada en biometano, gracias al uso de microbios de digestión anaeróbica.
Biffa tiene su planta muy cerca del local donde se implementó esta medida, en Cannock, Staffordshire, y ambos están conectados, de manera que la electricidad producida a partir del gas va directo desde Biffa a Sainsbury’s. Y no sólo eso: el excedente de la energía producida sirve para alimentar a unas 2500 casas de la región, un gran avance en materia de energía y sustentabilidad en el Reino Unido.