Un circuito cerrado y «limpio» para la incineración de basura y generación de energía. El grupo A2A de Brescia (Italia) reiteró su interés de construir en Uruguay -sin costo para el país- un nuevo sitio de disposición final de residuos con una inversión de US$ 500 millones. Ahora, falta que UTE garantice la compra de la energía producida, cuya venta sería la ganancia del inversor. Según informó ayer la intendenta Ana Olivera a su regreso de Italia -a donde viajó invitada por la compañía-, esta energía tendría un costo menor a la que se compra a Argentina en momentos de necesidad.
«En mi vida me había imaginado poder llegar a un lugar en el que uno no ve una partícula de basura, que parece un hospital. Y donde uno puede ver, externamente, todo el procedimiento, desde la llegada de los camiones, el secado de la basura y la propia quema. También puede verse el trabajo de los diferentes filtros y chimeneas, de las que sale vapor de agua», relató Olivera. De todos modos, la incineración de la basura deja cenizas, a las cuales habría que darles disposición final.
«La Ley Nacional de Ordenamiento Territorial plantea que la disposición final tiene que ser regional. Esta propuesta, de ser aceptada, progresivamente podría integrar al conjunto del país», anticipó la intendenta.
La firma italiana opera un «termovalorizador» que procesa 2.500 toneladas de residuos por día y produce electricidad para toda la ciudad de Brescia. (Montevideo produce unas 2.000 toneladas de basura cada día).
El municipio de Brescia también es propietario de la fábrica OMB, que desarrolló la tecnología de recolección automatizada y contenedores de Montevideo.