La directora de Desarrollo Social de la Intendencia de Montevideo (IMM), María Sara Ribero, rechazó la caracterización de «plan antipobres» que Ucrus hizo del nuevo sistema de contenedores antivandálicos en la ciudad. Indicó que a los clasificadores se les ha ofrecido la opción de trabajar en las nuevas plantas de clasificación de residuos y hasta hubo acuerdos de empleo y formación con Inefop y las cámaras de industria y la construcción para la reconversión de estos trabajadores. De todas formas aclaró: «Sentimos que tenemos una responsabilidad en esto pero no sentimos que debamos tener una respuesta para todos estos trabajadores, acá hay más actores involucrados».
La Intendencia de Montevideo viene implementando un nuevo sistema de contenedores de residuos. Son herméticos y antivandálicos, y procuran eliminar la acumulación de basura alrededor de los dispositivos.
Todo indica que son una buena solución pero a la comuna esta medida le ha generado nuevas dificultades, la principal refiere a los clasificadores. La colocación de estos recipientes comenzó en la Ciudad Vieja, una zona considerada de las más redituables para estos trabajadores por el alto valor de los residuos que allí se generan.
Como estos contenedores impiden que se saque basura de ellos, la Intendencia entiende que el ingreso de carritos al barrio ya no tiene sentido, y por eso los prohibió. Además anunció que la prohibición se extenderá pronto a otras zonas como Centro, Barrio Sur, Palermo y Parque Rodó.
Estos anuncios provocaron el rechazo del sindicato de clasificadores, que denuncia que este plan se está implementando sin que previamente se haya ofrecido alternativas laborales a los afectados. El presidente de Ucrus, Juan Carlos Silva, tildó a la medida de “plan antipobres”.
En Perspectiva entrevistó a la directora de Desarrollo Social de la IMM, María Sara Ribero, la cual comenzó rechazando la caracterización de “plan antipobres” que Ucrus hizo del nuevo sistema.
“Siento que hay que decir que este Gobierno de la ciudad ha dado muestras más que suficientes de que no desarrollamos ninguna política antipobres, rechazo esa caracterización y me gustaría contextualizarla en la tarea que estamos haciendo”, dijo la jerarca comunal, la cual agregó que al comienzo de la administración de Ana Olivera “se tomó decisión de separar el tema de los clasificadores como trabajadores de lo referido a la limpieza, aunque sabemos que en parte van juntos”.
Acto seguido Ribero se refirió al número de clasificadores que la ciudad tiene en sus calles, discrepando con las cifras dadas esta semana a En Perspectiva por parte de Ucrus: “La IMM tiene un registros de clasificadores, el que se hizo al comienzo no era un registro que se actualizaba si la persona, por ejemplo, dejaba esta tarea”.
Fue por eso que, “con el objetivo de hacer un registro lo más fino posible, se le encargó a la institución de estadísticas de la Universidad de la República (UdelaR) que se elaborara un registro” porque “los datos del censo en ese momento no estaban procesados”.
Los números, que fueron publicados a finales de 2012, “nos dieron que se viene percibiendo un descenso en la cantidad de clasificadores y carros. El número que tenemos es de 2800 hogares de clasificadores lo que forman un universo de poco más de tres mil trabajadores”.
Ribero añadió que los lugares de la ciudad afectados por el cambio de sistema de contenedores son, además de Ciudad Vieja, Pocitos y el resto del Municipio B. En la primera zona “hay 46 personas afectadas por el plan. Con todas ellas nos entrevistamos en la primera fase de agosto de 2013 adelantándonos a todo esto”.
“Hemos estado en contacto permanente y conversado con Ucrus, todo este programa se enmarca en el plan director de limpieza, no fue que un día nos levantamos y quisimos hacer esto”, manifestó Ribero.
Consultada sobre cuáles han sido las alternativas ofrecidas a los clasificadores, la directora de Desarrollo Social de la IMM contestó: “Se les ha ofrecido trabajar en la planta de la zona de La Paloma, algunos dijeron que no querían pero varios están trabajando”.
A los clasificadores provenientes del Municipio D “se les ofreció trabajar en la planta de Burgues que se va a abrir en breve y a los demás reconvertir sus tareas para las labores de levante especiales, o sea, la recolección de materia prima valiosa en la zona de Ciudad Vieja”. De hecho “muchos de ellos vendieron su carro o caballo y compraron un camioncito, además la IMM los ha apoyado”.
Todo este proceso “tiene que ver con llegar a una forma laboral más digna y formal con los derechos que todos tenemos”, indicó Ribero. Al ser interrogada por la diferencia de salario que los clasificadores obtendrán en su pasaje a la formalidad, contestó:
“Nunca sabremos exactamente lo que sacan porque cada uno dice cosas distintas. En las plantas sí podemos decir lo que sacan, porque es trabajo formal, allí con lo generado a partir de lo que se recauda por los envases no retornables la Cámara de Industrias aporta un salario mínimo por trabajador. Por arriba de eso reciben el producido de las ventas de las plantas. Esto sin contar las condiciones de la tarea que son dignas, bajo techo, con vestuarios, y con las materias primas ya clasificadas”.
Ribero informó que la IMM proyecta tener cinco plantas de reclasificación en toda la ciudad. Actualmente están en funcionamiento dos (La Paloma y Chacarita de los Padres) pero “en setiembre estará trabajando otra y a fin de año la del barrio Seis de Diciembre”. En total “estos centros dan trabajo a 130 trabajadores, y la quinta contrataría a otros 40 más”.
“Las soluciones por algún lado empiezan. La proyección de todo esto es que la tarea aumente los ingresos y los vuelque hacia una nueva generación de empelo. Trabajar en el área de la clasificación no es la única forma de posibilidad laboral para estos trabajadores, desde hace un tiempo venimos realizando acuerdos con Inefop en varias áreas distintas para los interesados en salir de este sector, hay acuerdo con la Cámara de la Construcción y de Industrias”, dijo Ribero.
De todas formas puntualizó: “Nosotros sentimos que tenemos una responsabilidad en esto pero no sentimos que tengamos que tener una respuesta para todos estos trabajadores, acá hay más actores involucrados”. Por eso “trabajamos con el Mides, el Ministerio de Trabajo y esperamos la sensibilidad de personas de buena voluntad que quieran colaborar con esto ingresando al mercado formal a estas personas”.