La mayoría de los reclamos y consultas que recibe el municipio CH -que abarca las zonas de Punta Carretas, Pocitos, Buceo, Parque Batlle, Villa Dolores y La Blanqueada- aluden a la recolección de basura y a los contenedores de la zona.
Por eso uno de los primeros proyectos que presentó uno de los concejales del municipio (Roberto Patrone) estaba vinculado al tratamiento de los residuos. Con dicho plan como punto de partida y apoyándose en el gobierno de la zona, la Intendencia de Montevideo delineó el procedimiento que comenzará a ser implementado en Pocitos.
«Todavía tenemos que cumplir algunas etapas más a los efectos de consolidar su viabilidad», dijo con cautela el director de la División Limpieza de la IM, Andrés Martirena.
Para el concejal Hugo Recalt, en cambio, si se hace una «buena campaña» de difusión y «todo sale bien» en tres meses se puede poner en práctica.
«No requiere de mayor esfuerzo, es solo tener dos tachos de basura. Por eso creo que cuando los vecinos noten los cambios, es decir, vean el barrio limpio van a entusiasmarse. Los hurgadores van a desaparecer de la zona porque no van a necesitar venir a trabajar acá. Ellos van a tener su propio espacio para reciclar», aseguró.
Que los vecinos categoricen sus residuos y encontrar un lugar físico para instalar la planta de reciclaje donde trabajen los hurgadores, son los puntos pendientes del proyecto que concentran actualmente la atención del municipio CH.
«Están buscando que, a través de las organizaciones que hay en Pocitos, los vecinos conozcan el proyecto y se interioricen en el mismo porque, en definitiva, se va a implantar si los vecinos lo aceptan. Si falla la primera parte que es cuando el vecino tiene que separar la basura, todo el proyecto fracasa. Por eso es importante la comunicación y la concientización del barrio», dijo Martirena.
En el municipio, en tanto, se maneja la posibilidad de poner publicidad en la factura de los impuestos de puerta y realizar campañas en las escuelas.
«Creemos que estaría bueno que los niños nos ayuden a comprometer a sus padres. Hay que motivar a la gente, eso lleva tiempo, pero se puede hacer», afirmó Recalt.
Por otra parte, se está organizando una especie de censo entre los hurgadores para conocer dónde viven, en general, los que trabajan en el barrio.
La idea es conseguir un terreno en un lugar que les quede medianamente cerca e instalar allí la planta de reciclaje.
«Eso les va a permitir trabajar en mejores condiciones higiénicas y de seguridad, como a cualquier trabajador. Además, van a poder ganar más plata porque ellos mismos van a enfardar y se eliminarán los intermediarios, lo cual les va a permitir vender directamente al usuario de los productos reciclables, y eso les da oportunidad de conseguir mejores precios que hasta ahora», aseguró el concejal.
CONDICIONES. En la planta de reciclado estaría prohibida la entrada de niños. «Ellos tienen que estar en la escuela, estudiando y preparándose para un futuro. O de lo contrario jugando, pero no trabajando como pasa ahora, que están muchas horas arriba de un carro», agregó Recalt.
Una vez que se ponga en marcha el plan en las 82 manzanas, esa zona será de exclusividad y los hurgadores tendrán prohibido ingresar.
«Es la única manera que tenemos para darnos cuenta si funciona o no. Además ellos van a tener todos los residuos importantes y los que valen dinero en la planta, no tienen por qué venir para acá» afirmó el concejal.
El plan será sustentado desde el punto de vista económico por la División Limpieza de la IM. La idea es incluir en el proyecto al Banco de Previsión Social (BPS), el Ministerio de Desarrollo Social (Mides), Adeom y el Pit Cnt.
«Cuanta más gente esté involucrada mejor. Yo creo que esto se puede transformar en un movimiento social importante y puede ser, por ejemplo, un primer paso para sacar a un montón de gurises de la calle. Entonces, cuantas más organizaciones apoyen y cuanta más gente participe mejor», dijo Recalt. Y agregó: «No es tanto por lo económico que los necesitamos, porque yo creo que no demandará una inversión tan grande».
Según Recalt, los camiones que son «lo más caro» ya están. «Sí habrá que disponer de un lugar físico para la planta de reciclado y de alguna máquina enfardadora. También habría que gastar algunos pesos en la publicidad del proyecto».
De tener éxito la prueba que comenzará en Pocitos en los próximos meses, se extenderá a otras zonas donde haya un gran número de edificios. El Centro y Cordón son los barrios que, a primera vista, cumplirían con las condiciones para instrumentar el plan.
ANTECEDENTE. A principios de 2009 la IM y el Ministerio de Desarrollo Social proyectaban un llamado a propuestas de cooperativistas y colectivos de clasificadores de residuos «para desarrollar proyectos pilotos de circuitos limpios y de fortalecimiento de sus proyectos productivos». La idea era eliminar los «carritos» y que la basura ya clasificada por los ciudadanos (en bolsas naranjas los desechos reciclables) fuera entregada en mano a los cooperativistas. En el correr de ese año comenzaron a emplearse los contenedores de color naranja. Tampoco funcionaron. La Intendencia reconoció en ese momento el fracaso del plan y aseguró que se debía a una «falta de información» y de la «idiosincrasia de la gente» que es «reacia a reciclar».
Proponen «levantar» contenedores durante el día en avenida Millán
Edil nacionalista exigirá que se revoque resolución
En la avenida Millán los contenedores están sobre la calle dado que las veredas son muy angostas. Esto sumado al carril «Solo bus» hace que estacionar en esta avenida sea prácticamente imposible lo que preocupa a comerciantes de la zona.
Algunos vecinos, junto al edil nacionalista Miguel Di Ruocco, prepararon un proyecto piloto para el lugar. El objetivo es eliminar los contenedores durante el día, y que sólo estén en la calle desde la hora 22 hasta la hora 6.
«Los municipios deberían establecer un lugar donde llevarlos durante el día. Allí incluso se podrían lavar. El traslado estaría a cargo de los camiones que tiene hoy en día la Intendencia», comentó Di Ruocco sobre la propuesta. El edil asegura que con ese cambio se lograrían varias mejoras.
«Los hurgadores no estarán trabajando durante el día, no va a haber basura en la calle porque la gente no la puede sacar hasta la noche y los contenedores van a estar en mejores condiciones», relató. El proyecto también establece que los contenedores sean vigilados por personas que participan en diversos planes del Ministerio de Desarrollo Social.
«Hay mucha gente que recibe dinero sin trabajar. La idea es darles una tarea que sería vigilar, por turnos, los contenedores y si ven alguna irregularidad deben avisar a la comisaría de la zona mediante una llamada por celular», comentó.
Según el edil, con el trabajo y coordinación de los municipios el proyecto es «absolutamente viable». El plan de Di Ruocco se basa en una experiencia que se realiza con éxito en San Juan (Argentina).