La Intendencia de Salto multiplicó en las últimas dos semanas la cantidad de reclamos que recibe en su sitio web con respecto a la recolección de basura.
Según dijo a El Observador el jefe de área de recolección de la comuna salteña, Julio Leal, el sitio de la intendencia pasó de recibir entre cinco y seis reclamos diarios a 20 en los últimos 15 días. Uno de los motivos se debe a la rotura de camiones que llevó a que solo cuatro se encuentren operativos, agregó.
El intendente Andrés Lima emitió un comunicado a fin de mes en el que expresaba su «más profunda preocupación» por los problemas que atraviesa el servicio de recolección y se lo atribuyó a que su administración asumió con la maquinaria en «estado de desmantelamiento».
Leal señaló que la zona centro del departamento está «controlada» y que las «falencias» se dan principalmente en los barrios. «Se está recolectando pero no con el recorrido normal», explicó a El Observador.
A la rotura de camiones recolectores se sumó el cese de funcionarios, una medida que implementó el intendente a pocos días de asumir. Según Leal, en Limpieza quedaron 106 funcionarios de los 129 que había, y eso también «resintió» la operativa del área.
En el comunicado, el jefe comunal lamentó la situación de limpieza en el departamento y se comprometió con invertir $ 1,8 millones para reparar de manera «progresiva» las máquinas que posee. La intendencia tiene 10 camiones y espera a fin de mes tener seis operativos.
A mediados de junio, antes de que asumiera la nueva administración, los trabajadores municipales de Salto paralizaron sus tareas y el servicio de recolección de basura se vio afectado durante más de una semana. Sin embargo, el jefe del área de Limpieza aseguró que la acumulación de residuos en esa oportunidad «se solucionó» pero que la rotura de camiones hizo que la situación recayera.
Desde que asumió, el frenteamplista Andrés Lima tomó varias medidas para hacer frente a la crisis financiera que enfrenta su comuna. Una de ellas fue el cese de 250 funcionarios contratados que tenía la intendencia. La noticia provocó malestar en los funcionarios municipales, quienes incluso antes de que se confirmara el cese se concentraron en la puerta del edificio comunal e increparon al intendente cuando salía de su oficina.
Luego anunció un aumento del 67% en el precio del boleto, que pasaría de $ 6 a $ 10.