Las intendencias de Durazno, Flores, San José, Florida, Canelones, Tacuarembó y Lavalleja firmaron el 10 de febrero un documento en el que se comprometieron a “cooperar” para implementar un plan de esas características de forma de “brindar una respuesta, rápida, moderna y sostenible al problema” de los residuos.
La empresa norteamericana Sanitas Partners presentó un proyecto llamado “Residuos a Energía Uruguay”, que generó el interés de esas intendencias y podría resolver el problema de los residuos sólidos no reciclables en un plazo de dos años, según informó a Búsqueda el gerente general del proyecto, Diego Moyano.
El emprendimiento fue elevado al Ministerio de Vivienda bajo el régimen de “iniciativa privada”, lo que implica que en caso de ser declarado de interés por ese organismo se llama a licitación. La empresa que presenta el proyecto cuenta con ventaja en el puntaje de evaluación frente a las demás empresas que se postulen, por lo que Sanitas en principio sería la opción preferencial, pero por el momento el Ministro no ha resuelto el tema.
La compañía norteamericana y un grupo de empresas uruguayas afrontarían los costos de inversión para llevar adelante este proyecto en Uruguay. El servicio se basa en un modelo llamado TTD —Transferencia, Transporte y Disposición— el cual, según Moyano, “es la tecnología más adecuada para Uruguay” debido a que sus costos de implementación no son tan altos y por tanto no sería un emprendimiento demasiado caro para el Estado Uruguayo.
- El Proceso. El proyecto presentado apunta a “aprovechar al máximo aprovechamiento de la infraestructura existente en el Uruguay”. Los residuos serían trasladados por vías férreas, por lo que la empresa ya mantuvo con la Administración de Ferrocarriles del Estado (AFE) las primeras conversaciones.
El sistema TTD interviene una vez completada la etapa de recolección y clasificado de los no reciclables. El sistema de recolección implica que la intendecia de cada departamento descargue lo recolectado en unas “estaciones de transferencia” (de media hectárea aproximadamente), distribuídas en forma “estratégica” en el territorio urbano y fuera de él. Para acordar las distancias y agilizar el sistema de recolección. Una vez que la empresa recibe los residuos, los inspecciona para cerciorarse de que ninguno es reciclable y, en el plazo de una hora, esos residuos se introducen dentro de un contenedor instalado al lado de las vías del tren. Desde allí los trasladan automáticamente a un Centro de Disposición Final donde se procesan para producir energía eléctrica como derivado de la generación de biogas en el vertedero.
La empresa ha iniciado negociaciones con las autoridades de Durazno para que el departamento sea el “destrito receptor” del proyecto, ya que pfrece una locación adecuada para instalar el Centro de Disposiciín Final, explicó Moyano.
El Estado uruguayo pagaría a la empresa un precio por cada tonelada de residuos procesados. Según las estimaciones de costo que manejan los responsables del proyecto, a Uruguay le costaría un dólar mensual por habitante, informó Moyano.
Consultando sobre el acuerdo firmado, el intendente de Florida, Carlos Enciso, resaltó la importancia de “conjugar esfuerzos” para solucionar un “problema tan complejo” como el de los residuos. Agregó que es necesario que se afronten estos emprendimientos “a nivel regional”, y destacó la importancia de la asociación público-privada para afrontar este tipo de proyectos de “gran envargadura”.
Por su parte el intendente de Flores, Armando Castaingdebat, declaró que están evaluando las propuestas de varias empresas que ofrecen este servicio, y que aún no se resolvió nada, aunque sí hay un “manifiesto inter´s de parte de las intendencias por concretar soluciones para el problema de los residuos no reciclables.