La posibilidad de aplicar en Uruguay un nuevo sistema de tratamiento para los residuos requerirá una importante inversión en educación para el reciclaje. Las plantas de procesamiento de basura que visitaron la semana pasada en Italia un grupo de autoridades uruguayas cuentan con ello.
Tras la tecnología y los procedimientos de incineración y posterior generación de energía eléctrica existe un trabajo minucioso que sucede puertas adentro. En sus domicilios los vecinos de las ciudades de Brescia, Bérgamo y Milán, en Italia, trabajan con dedicación en el reciclaje de sus residuos. El presidente de UTE, Gonzalo Casaravilla, integrante de la comitiva oficial que visitó las plantas de la empresa estatal A2A, compartió con El Observador sus impresiones como técnico y destacó la importancia de este aspecto.
“En todos los lugares donde se instalaron las plantas había previamente un vertedero, y fue con un proceso de educación y planes de gobierno que se logró instalar este sistema que aportó una amplia mejoría a la población. En caso de que esto se aplique en Uruguay, desde el vamos hay que hacerlo en conjunción con la comunidad”, opinó el jerarca.
Casaravilla cree que la experiencia podría ser replicable en Uruguay si se inician experiencias pilotos en la comunidad. Sin embargo, este no sería el único tema a resolver. También las escalas en la generación de residuos cuentan en este tipo de plantas. Como técnico, el presidente de UTE, mencionó que las plantas más pequeñas instaladas en el mundo manejan un volumen de 250 toneladas diarias de residuos.
Esto a nivel nacional es difícil de manejarlo ya que en Montevideo y área metropolitana se genera, pero en el resto del país se producen cifras menores. Aclaró que trasladar la basura desde distintas zonas geográficas hacia una planta encarecería los costos, por lo que no es una solución fácil.
La empresa italiana aplica un sistema de residuos que funciona quemando solo lo que no se clasifica. Esto significa que los vecinos aportan en el proceso con la clasificación del 40% de la totalidad de los residuos que se producen en la ciudad. Por tanto, los residuos que no pueden clasificarse de ninguna manera llegan a las plantas y una vez allí se someten a procesos de incineración. Esta quema genera vapores mediante los cuales se produce energía eléctrica y, en el caso de Brescia agua caliente para abastecer una parte de la población.
En Montevideo, donde se produce la mayor cantidad de residuos del país, se intentaron aplicar políticas de reciclaje desde hace varias administraciones de gobierno. Los fracasos fueron varios.
En enero del año 2006 se propuso una campaña en la que se repartían bolsas para separar los residuos orgánicos de los inorgánicos.
En aquel entonces se anunció que la intención de la comuna era suscribir un contrato con las grandes superficies comerciales y supermercados de la capital para que impriman las bolsas que dan a sus clientes con dos colores. De ese modo se esperaba que luego en los hogares los ciudadanos colocaran los residuos orgánicos (restos de comida por ejemplo) en unas, y los inorgánicos (papel, plástico, vidrio, etc.) en otras. En esa instancia la medida se tomó para facilitar las tareas que realizaban los 8.500 clasificadores de residuos que censó la intendencia.
En la presente gestión, dirigida por Ana Olivera, en noviembre de 2011 se anunció un intento por aplicar un nuevo plan. Una de las medidas contempla disponer un servicio especial de recolección de basura para los grandes complejos habitacionales.Reciclaje en Brescia
El municipio de Brescia, correspondiente a la región de Lombardía, tiene unos 190.000 habitantes. Allí los ciudadanos tienen una fuerte participación en el tratamiento de los residuos que genera la ciudad. A diario la basura se deposita en cinco tipos de contenedores distintos destinados a residuos orgánicos, plásticos, vidrios, cartón, y lo que no se puede clasificar. Esto último es lo que se incinera y se convierte en energía eléctrica. A diario se generan unos 70 megavatios.